La amenaza de huelga, una estrategia que se ha ido convirtiendo en todo un clásico cada inicio liguero
El año pasado fueron los futbolistas quienes pusieron en jaque el comienzo liguero, en esta ocasión son los clubes los que amenazan con recurrir a la huelga. Paradójicamente, una medida de fuerza más acorde a las reivindicaciones de los trabajadores podría ser utilizada en esta ocasión por los patrones del fútbol.
Natxo MATXIN
Como casi todo lo que se mueve alrededor del mundo del balompié, es cuestión de dinero. Esa es la razón principal por la que las entidades deportivas y sociedades anónimas de la Primera y Segunda División han desenterrado el hacha de guerra dispuestas a evitar que la pelota comience a rodar el último fin de semana de agosto si no se satisfacen sus demandas.
Su queja, la propuesta de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) de limitar a tres años los contratos televisivos, cuando los conjuntos de ambas categorías ya firmaron el 1 del presente mes un nuevo compromiso por cinco temporadas, que finaliza el 30 de junio de 2014. La asamblea extraordinaria de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), que se celebrará mañana, tratará como único punto de su orden del día esta cuestión y no se descarta que se considere la posibilidad de retrasar el inicio de la Liga si la CNC continúa con su intención de seguir con los trámites y recortar a tres años los contratos televisivos.
«Los técnicos de la CNC no han entendido las peculiaridades del negocio del fútbol, en el que básicamente la oferta televisiva se limita a los 20 clubes de Primera División, un número inamovible», indica el vicepresidente de la LFP, Javier Tebas. Unas «peculiaridades» las del deporte rey que casi siempre parecen estar por encima de las leyes que gobiernan al común de los mortales, sobre todo por la fuerza e influencia social y mediática de una modalidad deportiva que lo impregna todo.
El negocio, ¿a las 15.00?
Las declaraciones de Tebas confirman que el fútbol se mueve en parámetros bien diferentes al del resto de actividades económicas. «La propuesta de Competencia puede destruir el mercado, ya que las inversiones de los clubes se han realizado con una previsión de ingresos a cinco años. De hecho, muchos fichajes se cierran con la garantía de los ingresos futuros, que desaparecería si no se permiten los contratos a largo plazo», señala el segundo de la LFP.
Nada nuevo bajo el sol. De sobra es conocido que la gran mayoría de los clubes se gastan fondos que todavía no han recibido en proyectos de plantillas de las que se espera un rendimiento que luego, las más de las veces, no se cumple. La consecuencia, un creciente agujero en las arcas de estas entidades que empieza a ser insoportable para algunas de ellas. De hecho, la UEFA ya ha comenzado a instar a los clubes a que reduzcan la cantidad presupuestaria destinada a salarios de los futbolistas. Sin embargo, quien está acostumbrado siempre a vivir épocas de vacas gordas tampoco parece que en esta ocasión dé su brazo a torcer, pese a que sea una institución la que se encuentre enfrente. Lo que se decida en la asamblea extraordinaria de mañana puede desplazar informativamente a la retahíla de fichajes mediáticos de Real Madrid y Barcelona.
No parece que la duración de los contratos televisivos vaya a ser el único punto de fricción en el mundo de fútbol. La propuesta del presidente del equipo merengue, Florentino Pérez, de trasladar los partidos ligueros de los domingos a las 15.00 -horario de máxima audiencia en todo el mundo, incluído el apetitoso mercado asiático- traerá cola, aunque todo parece indicar que será de difícil aplicación para la campaña entrante.
Algunos homólogos del relevante constructor ya han mostrado su simpatía hacia la medida, otros se han confesado abiertamente en contra. A los futbolistas les parece una hora «intempestiva», pero proclives a amoldarse a lo que decida quien les paga. Los propietarios de los derechos a corto plazo, la productora Mediapro, considera que dicho horario «no iría bien», según trasladó a GARA su departamento de prensa. ¿Se va a tener en cuenta a los aficionados?