A Ainhoa Goikoetxea le da igual «si el delincuente es de Amorebieta o de Argelia, pero las mujeres mayores no quieren ir solas a casa» (sic). Eso es lo que le oí decir (sic) cuando cambié de canal y desconocía (sic) el tema principal del debate de «Pásalo» del día 24 de julio de 2009 (sic). Perdón por estos entrecomillados, pero me ha entrado el hipo. Quiero confesarles que, por una vez, estoy totalmente de acuerdo con la tertuliana que veraneaba en Ondarroa, (sic), Ainhoa Goikoetxea. Totalmente de acuerdo. Soy una mujer mayor de-A-mo-re-bie-ta y no me gusta ir so-la a casa por las noches. Prefiero (y siempre que puedo lo hago) hacerlo acompañada de un argelino. Baparar! Así que ya saben: tengan cuidado con la Gran Goikoetxea si se la encuentran por la calle y es de noche. Puede que su natural para-judicial le obligue a detenerles en detalles. Y hablando de detalles: me gustaría que los mínimos fueran observados cuanto antes por los nuevos jefes del cotarro televisivo. Sin mirar a nadie, porque estoy en una hamaca tendida al sol mientras perpetro estas líneas y tengo serios problemas para desenfocar nada que no sea el astro rey Cristiano. Estoy disfrutando de mis mejores vacaciones sin dejar de lado la televisión. Gracias a Marconi siempre hay un aparato allá donde tú vas. Y yo voy a cualquier sitio. De hecho ahora estoy en Natxitua -imposible estar mejor acompañada- y espero volver y revolverme entre éste y otros (pueblillos a la mar) lugares mientras degusto el estío sin problemas mayores ni menores. Cambio el dial y Tele5 trata de bucear en la muerte de Carmina, la vida de Pipi-pí-pí (y otros tantos monta y montajes) para vampirizar la siesta del pueblo llano que, como audiencia, que lo es, ha demostrado sumisión absoluta para lo que sea menester. ¿Quién se merece la programación de verano? ¿Quién? Díganmelo ustedes... hay muchísima gente que necesita el rumor de la televisión para seguir vivo y no sentirse solo. Sé de lo que hablo. Y es deplorable. Pero yo voy a seguir disfrutútando de todo esto mientras soy testigo de lo peor. De la p...programación del ver(ur)an(i)o.*

*ver veranio azul enriquecido.