GARA > Idatzia > Iritzia > Azken puntua

Iñaki LEKUONA Periodista

Agujero negro

 

Parece ser que los agujeros negros son estrellas que implosionan y que absorben la energía que les circunda. Exactamente como el neoliberalismo, la estrella de la economía de mercado que nunca deja de devorar a pesar de las crisis.

A Nicolas Sarkozy le preocupa la energía. Ahora dice que apuesta por la solar. En un brindis al sol, el presidente anuncia que se colocarán placas fotovoltaicas hasta en el periné del Hexágono, pero eso sí, sin abandonar la nuclear que entra en una nueva fase con las centrales de tercera generación, la energía de las estrellas dicen, barata para poder venderla a precios estelares, como mandan las leyes del universo Capital.

A Berlusconi, esto de lo nuclear le parece celestial a pesar de que también le pierda calentarse el culo bajo los rayos del sol. Por eso ha firmado un acuerdo con Sarkozy para introducir de nuevo la energía atómica en el país de la bota; una patada a aquellos que hace veinte años, tras la catástrofe de Chernobil, votaron en referéndum contra las centrales de combustible radiactivo. Son cosas de la política. O mejor dicho de la economía. No la del país ni la de sus ciudadanos, sino la de los políticos y la de sus amigos empresarios que siguen alimentando el agujero de la economía de mercado.

Reaccionar contra esto no es fácil, pero puede ser divertido. Así lo piensan los internautas que han logrado que al teclear en Google las palabras trou du cul du web, algo así como el agujero del culo de la web, el buscador devuelva la página de campaña electoral de Sarkozy. Esta Google Bomb no será atómica, pero ha conseguido irradiar miles de sonrisas en este agujero negro en el que nos han metido.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo