Impuestos «justos» y «ecológicos» a los de siempre
Es de sobra conocido el discurso populista de la derecha acerca de los impuestos. Cualquier subida de los mismos es mala porque agrava la situación de los ciudadanos. También es sabido que para la derecha la categoría de ciudadano va unida a una renta alta, y lo que en realidad rechaza es cualquier subida que afecte a las grandes rentas. El Gobierno español últimamente ha hecho amagos de reaccionar contra ese discurso, si bien las medidas adoptadas hasta ahora nada tienen que ver con esa reacción. ¿Es preciso recordar que una de las primeras medidas «anticrisis» de ese Gobierno fue suprimir el Impuesto sobre el Patrimonio? Bien, pues mientras piensan cómo llevar a cabo una recaudación más justa, la ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, auguró ayer una posible subida de los impuestos indirectos, incluido el IVA, pidiendo un «sacrificio» y un «esfuerzo colectivo de solidaridad» a los ciudadanos, que en este caso sí se refiere a las rentas más bajas, que serán otra vez las más perjudicadas.
En el Estado francés, Sarkozy ha hecho algo parecido subiendo los impuestos de los carburantes, pero presentándolo al servicio de una causa tan noble como la lucha contra la emisión de dióxido de carbono. Y seguro que a más de uno se le ha ocurrido preguntarse por qué tiene que pagar él la enorme deuda que otros han contraído con la naturaleza.