Raimundo Fitero
Vértigo
Hay días informativamente vertiginosos que acaban siendo un sopa de letras. San Obama Premio Nobel de la Paz abrió una mañana de incredulidades. Las mujeres de los informativos mañaneros tuvieron que esconder sus sonrisas cuando escucharon la broma por el pinganillo: «Obama Nobel de la Paz». Nadie lo creía. A primera hora de la tarde se corre el rumor de que no lo va a aceptar. Acepta con humildad y reconociendo que no se lo merece y sigue su ascensión a los cielos donde será abatido por los del rifle, el tirachinas o la onda. Sin Obama el siglo XXI no existe.
¿Sabían que estaba propuesto Silvio Berlusconi para el mismo premio? Así de lustroso es el premio de marras que tiene en su historial algunos de los personajes más tenebrosos del siglo XX. Pero Berlusconi aparece, comparece, desaparece, se declara como el más perseguido de la Historia. Pobre hombre, perseguido por los periodistas rojos (¿dónde están?) y dice alto y claro: «me he gastado más de doscientos millones de euros en pagar a jueces». Ahí está la frase gloriosa que le abrirá la puerta de los cielos o que le llevará a pedir a su implantador de cabellera un tinte para enmascararse. ¿Es un lapsus o una simple confesión? Si quiso decir abogados y dijo jueces, debe ir al psicólogo. Y si dijo jueces porque quiso decir jueces, estamos ante un hecho histórico. Sin ir más lejos Camps es «más que amigo» de un juez que intentó exculparle.
Hay que atender bien a las cosas que dice Berlusconi porque es un líder con muchos seguidores entre los politicastros que nos rodean y en las televisiones que frecuentamos tiene muchos intereses económicos y ha pedido precio para comprar la parte audiovisual de Prisa. Ojo al dato. De momento miren como hay cadenas que todavía tiemblan al hablar del caso Gürtel. Por si acaso. Es un pequeño muestrario de todo lo que se esconde entre los demócratas de toda la vida. Ricardo Costa, El Pijo, en el camino de Santiago, sabiendo que su cabeza es la del Bautista, pero puede que entre peregrinos le dé por iniciar el cante gregoriano y añadirse al coro de los que empiezan a perder los nervios. Esto es mejor y más cutre que GH. Falta un poco de sexo. Ya llegará.