«En tiempos de crisis la protección social es especialmente necesaria»
Libe Mariscal es una de las responsables del curso práctico para controlar la ansiedad en el contexto actual de crisis económica, paro e inseguridad laboral. Es una inciativa de Hazkunde, con sede en Bilbo, que cumple su 11ª edición. La inscripción aún está abierta por teléfono o en hazkunde@hakunde.com.
Nerea GOTI |
El próximo viernes arrancará un curso para combatir trastornos emocionales y mentales derivados de la crisis económica, a cargo de Hazkunde, un grupo de profesionales de la salud mental de Bilbo. Se trata, como explica Libe Mariscal, una de las profesionales a cargo de la que será la 11ª edición, de una terapia que ofrece recursos sicológicos para hacer frente a la ansiedad y poder disminuir el consumo de sicofármacos.
¿Qué tipo de cuadros llegan solicitando sus servicios y qué datos tienen sobre el incremento de desórdenes mentales relacionados con la crisis?
Lo más frecuente son los cuadros de ansiedad y depresiones.
Las situaciones vitales de crisis, como la pérdida de empleo o de un ser querido aumentan la demanda de atención psicológica, pero esta es una reacción emocional normal, lo raro sería que no ocurriese. Las reacciones emocionales que tenemos en estas situaciones desencadenan dormir mal, tener síntomas de ansiedad (taquicardias, mareos, sensación de ahogo, sudoración), sentir inseguridad, inquietud o preocupación ante el futuro... todas ellas reacciones habituales cuando tenemos que afrontar situaciones difíciles. Lo importante es que aprendamos a afrontarlas y por eso desde hace años ofertamos un curso de control de ansiedad, para aprender a encarar las situaciones de diferente manera.
¿La inseguridad en el trabajo supone un riesgo para la salud?
Los síntomas emocionales ante una situación de inseguridad, como por ejemplo en el trabajo, son normales pero esto no significa que no tengamos que buscar herramientas para aprender a afrontar esta situación y para que estos síntomas no nos limiten y se conviertan en un riesgo para nuestra salud.
Hay que trascender la inmediata sensación de impotencia y de pérdida para poder afrontar la situación de manera positiva. Tanto intelectualmente como activamente uno debe transformar su manera de mirar los acontecimientos de la manera mas positiva posible, y actuar con estrategias nuevas, tanto de adaptación como innovadoras, para replantearse el sistema de valores, las relaciones sociales, el ocio, etc.
¿El problema es la falta de dinero, de autoestima?
Ambas cosas pueden ser factores desencadenantes dependiendo de cada persona y cada situación. La crisis afecta más al que más se esfuerza por elevar su estatus, trabajando, ahorrando, intenta elevar el estatus del que proviene, y ésta es la mayor paradoja, que la crisis afecta más a quien menos lo merece, provocando una sensación de indefensión aprendida, que podría traducirse en la sensación de que las acciones no tienen correlación con los resultados.
Si no se tratan debidamente, estos síntomas pueden desencadenar problemas de ansiedad, la cual entendemos como una sobrecarga que depende de los recursos con los que cuenta el individuo para afrontar la misma. Cuanto mayores sean las demandas de la situación y cuanto menores sean los recursos, la sobrecarga será mayor. Si la espiral de estrés crece se puede cronificar, y el mantenimiento de esta situación puede llegar a ocasionar problemas muy graves: depresión, ansiedad generalizada o trastornos de la conducta alimentaria, entre otros.
¿Con tener trabajo basta o influye la calidad del mismo?
Claro que influye ya que todos estos factores pueden ser desencadenantes de los síntomas que se han mencionado anteriormente. En las personas adultas el trabajo es una de las principales esferas de desarrollo personal y social, después de la familia. Pasamos más de la mitad del día en el trabajo, y si este no es satisfactorio o es estresante, no tenemos oportunidad muchas veces de hablar o de procesar los conflictos o el malestar, por la actividad frenética que llevamos. Por eso se dan dificultades del sueño, o de la comunicación.
Por otro lado, la inseguridad laboral, la precariedad, se debe analizar en el contexto de la sociedad consumista en que vivimos, que muchas veces nos lleva a vivir por encima de nuestras posibilidades.
¿Cómo se actúa en la prevención y en la promoción del bienestar?
Todos los autores subrayan la necesidad de reforzar la red de atención social y la prevención en momentos de crisis. Como los beneficios de la prevención y la promoción comunitaria sólo se pueden medir y visibilizar a largo plazo, muchos pueden pensar que son presupuestos menos prioritarios en épocas de menor recaudación, pero los expertos opinan que estas intervenciones de protección social y prevención se hacen especialmente necesarias en tiempos de crisis, en que la sociedad es especialmente vulnerable y necesita más apoyos para salir adelante lo antes posible: de lo contrario, las situaciones de malestar o empobrecimiento pasarían a cronificarse y a empeorar, y esto a la larga supondría mayor gasto social y sanitario.
¿En qué consiste el curso para controlar la ansiedad?
El objetivo es que cada persona conozca el origen de su ansiedad, es decir, los factores psicológicos personales que le predisponen a sufrir la ansiedad con el objetivo de que ellos mismos sean capaces de cambiar su actitud. Para ello se trata, por un lado, de que entiendan y comprendan qué es la ansiedad, cómo se manifiesta, cuales son los síntomas, etc.
Una de las características de las personas que sufren ansiedad es que no entienden lo que les pasa, ya que no asocian causa y efecto, no es visible. Por otro, se trata de analizar actitudes personales ante situaciones estresantes y como estas derivan en ansiedad. Se trabajan los miedos, el perfeccionismo, la autoestima, la asertividad o capacidad de decir que no. También se aprende a analizar y discernir las emociones y aprender a expresarlas adecuadamente. La gente que ha pasado por estos cursos valora de forma muy positiva la experiencia.
«En tiempos de crisis la sociedad es especialmente vulnerable y necesita más apoyo, de lo contrario las situaciones de malestar o empobrecimiento se cronificarían»