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ALPINISMO I China

Exploración con buenos resultados en las montañas del Sichuan y Tien-Shan

Los rusos Ruchkin y Mikhailov abrieron una nueva línea en la Pt. 6.135. Una expedición estadounidense- escocesa se hace con la norte del Xuelian Feng oeste.

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Andoni ARABAOLAZA |

Los protagonistas de estas páginas nos invitan a hacer un viaje por las desconocidas montañas de China. Un viaje con tintes de exploración por los montes de la provincia de Sichuan y del Tien-Shan.

Los rusos Alexander Ruchkin y Mikhail Mikhailov apostaban por una montaña, Mount Edgar o Mount Gongga, de la que apenas se había escuchado. Tal es así, que los propios alpinistas se han decantado por no citar el nombre de la montaña y presentarla como Pt. 6.134. Es decir, la altura de este enigmático monte situado en plena provincia de Sichuan; y es que, al parecer no tienen muy claro qué monte escalaron.

Desde un primer momento, los dos grandes alpinistas estuvieron verdaderamente perdidos, y es que nada de lo que les rodeaba les ayudaba: problemas con el idioma, mapas con deficiencias... Tal y como adelanta Ruchkin, no lo tuvieron nada fácil: «Nos imaginábamos una aproximación larga. Los locales nos señalaron que serían dos días a caballo, y finalmente resultaron ser sólo 3 horas. Nos plantaron en lugar diciéndonos que allí estaba el campo base y que la montaña (agitando las manos hacia el norte) estaba allí».

Según las informaciones de los rusos, sólo coreanos y japoneses habían visitado la zona. Unas montañas con excelentes paredes verticales, como las del Trango, y con una altitud de unos 5.200 metros. Eso era lo que se encontraron en el valle de Slesovo.

Sobre su objetivo principal, poco sabían: «Los lugareños lo conocen como Edgar, y nos afirmaron que unos coreanos ya lo habían subido. Un monte de unos 6.600 metros y con paredes muy interesantes para la escalada».

Mikhailov y Ruchkin comenzaron con los preparativos de la aproximación. Llovía y llovía, y apenas veían montañas por culpa de la niebla. Para la aclimatación, decidieron realizar una incursión de 4 días: «En algún momento vimos la montaña. Nos sorprendió, ya que era un bastión enorme que colgaba en el aire. Vimos la posible línea de escalada, y nos pareció fantástica. Llegamos hasta los 5.000 metros de altura entre morrenas verticales hasta alcanzar una cresta difícil en la que echamos mano de las cuerdas. El teléfono no tenía cobertura, queríamos concretar la información y decidimos bajar al campo base».

Los rusos intentan recabar más información, miran el mapa y se dan cuenta que la montaña tiene una altitud de unos 6.200 metros y que la altura de la pared a escalar sería de un kilómetro.

Escalada técnica

Visto lo visto, los alpinistas decidieron no esperar más y comenzar la escalada. Y de nuevo quedaron sorprendidos con lo que tenían por delante: «Un 90% de la escalada fue en libre. La pared es muy vertical y la roca en general buena con alguna que otra caída de piedras. Nos gustó mucho, ya que casi todo el recorrido lo sacamos en libre. Los vivacs no fueron nada cómodos. Finalmente, escalamos una pared de unos 1.100 metros y abrimos una ruta de 1.300 metros de recorrido con dificultades de 6c obligatorio en libre y A2/A2+ en artificial. A la vía le hemos llamado «Carte Blanche».

Esta actividad la realizaron durante el pasado mes de mayo en cinco días de escalada. La vía, según los alpinistas, consta de dos secciones: una parte inferior con largos de mixto y un bastión de roca vertical y duro.

«Comenzamos por una arista, y seguimos algunos largos de mixto a 70º-75º. Tras ello, escalamos tiradas de roca en libre y hielo. Después de esta parte de la vía, llega el bastión que divide la línea en dos muros: un contrafuerte con orientación suroeste. Se trata de un bastión bastante vertical, sin secciones muy duras pero tampoco fáciles. La verdad es que la montaña es muy interesante y con una escalada muy agradable. Las secciones en roca las escalamos con pies de gato. Con las típicas botas hubiera sido más complicado, sobre todo porque nuestras mochilas pesaban un montón. En definitiva, vimos una montaña y la escalamos. No sabemos si es el Edgar, pero lo que está muy claro es que es una montaña muy bonita. No queríamos llegar a una nueva zona y escalar una montaña que ya tenía alguna ascensión. Sabemos que el Edgar cuenta con una escalada realizada por coreanos. Y queríamos algo nuevo, ya que la zona está llena de picos vírgenes», señala Ruchkin.

Edgar, Gongga... ni lo saben los propios rusos. Así, se deciden por Pt. 6.134. Eso sí, lo tienen claro con el nombre de la ruta: «Carte Blanche». Tras la escalada, llegó un descenso que les llevó 24 horas.

Una última conclusión hecha por los alpinistas: «La región es única para primeras ascensiones. Hay un montón de paredes de un kilómetro de altura. Y hay para todos los gustos. Si quieres terreno mixto escala las paredes norte y si apuestas por pura roca vete a las de orientación sur».

Tien-Shan chino

Los siguientes protagonistas viajaron a la cordillera occidental del Xuelian (Tien-Shan chino). Como las anteriores montañas, éstas tampoco son conocidas. Por allí aparecieron cuatro alpinistas: los estadounidenses Kyle Dempster, Jared Vilhauer y Jed Brown y el escocés Bruce Normand. El cuarteto realizó varias nuevas ascensiones en el macizo del Xuelian, una de ellas muy buena en un pico satélite de 6.422 metros del Xuelian Feng oeste.

El Xuelian Feng (6.627 m) es un pico de mármol que se extiende de norte a oeste y que cuenta con una serie de cumbres en las crestas que la recorren. Una expedición japonesa escaló la montaña en 1990 por su vertiente sur. Normand exploró la vertiente norte justo el año pasado, y con esa información, durante el pasado verano, el cuarteto realizó una muy interesante actividad.

Como parte de la aclimatación, los alpinistas, divididos en dos grupos, se adentraron en terreno virgen del Xuelian. En dicha actividad, Vilhauer sufrió congelaciones en los dedos de los pies. A pesar del contratiempo, sus tres colegas siguieron con los planes y se metieron de lleno en plena cara norte del difícil satélite del Xuelian Feng oeste.

La primera sorpresa fue ver que el viento destruyó la tienda que dejaron justo en la base de la pared. La escalada fue complicada y escalaron cuatro días por terreno mixto, hielo y roca. En la parte inferior encontraron hielo de buena calidad y secciones de mixto con mucho compromiso. También sufrieron vivacs malos y una tormenta eléctrica.

Finalmente, escalan 2.650 metros con estas dificultades: M6, WI5, 5.7 R. El descenso fue por la arista oeste. A la nueva vía le han llamado «The Great White Jade Heist».

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