El juez de instrucción número 30 de Barcelona, Juli Solaz, dejó ayer en libertad con cargos a los ex altos directivos del Palau de la Música Félix Millet y Jordi Montull, acusados de apropiación indebida de fondos del Palau y de falsedad documental. Con esta decisión, el juzgado impone la única condición de que no salgan del Estado, a pesar de que la Fiscalía y la acusación particular habían pedido prisión incondicional. Según el juez, sin embargo, no existe riesgo de fuga, por lo que se ha limitado a prohibirles abandonar el Estado a la espera del juicio.

La Fiscalía y las acusaciones particulares, ejercidas por la Fundació Orfeó Català y el Consorci del Palau de la Música, habían pedido prisión sin fianzaporque sí que consideran que hay riesgo de fuga y de que destruyan pruebas que los incriminen. De hecho, tras el registro policial del Palau en julio, los imputados consiguieron presuntamente extraer documentos encargándoselo a empleados de la institución musical, tal y como figura en el sumario del caso, con fotografías incluidas de esta salida de posibles pruebas.

Respecto a las declaraciones que realizaron ayer en las cerca de cuatro horas que permanecieron en el juzgado, los dos imputados se responsabilizaron mutuamente de las operaciones que facilitaron el desvío de fondos de la institución y insistieron en exculpar a sus familiares de la gestión fraudulenta.

Por otro lado, los que fueran presidente y director administrativo, respectivamente, ratificaron la carta de confesión que le remitieron el pasado mes de septiembre, en la que admitían haber desviado 3,3 millones de euros y ampliaron los detalles sobre el destino su destino, que según aseguran sirvieron para obras de reforma en sus viviendas y a viajes familiares.

Ambos se han desvinculado de las operaciones en las que, según la Fiscalía, se produjo el desvío de los fondos del Palau, nutrido en su mayor parte de subvenciones públicas, y se han responsabilizado mutuamente de las mismas. Así, mientras Millet ha afirmado que él no intervenía en esas decisiones, y que sólo firmaba las operaciones económicas, Montull se ha escudado en que se limitaba a obedecer las órdenes de su superior.

Por último, intentaron exculpar a las otras tres personas que aparecen en la querella fiscal, Gemma Montull, hija de Jordi y directora financiera, el tesorero Pau Duran y el ex tesorero Enric Álvarez, que aún no han sido llamados a declarar por el juez.