Respuesta
Los gobiernos alarmados, en París y Madrid, ya han respondido a la multitud que demandaba democracia y libertad. Dos oportunas detenciones a modo de muestra de su capacidad de resistencia a la voluntad mayoritaria. Saben que la represión no es solución, pero su impotencia les conduce a la fuerza. Más sufrimiento, nada más.