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Jon Ansotegi, Dani Estrada y Xabi Prieto son los tres que han disputado todos los minutos

Ningún fichaje entre los once jugadores más utilizados

Los quince que han sido titulares en los últimos cuatro partidos estaban la pasada temporada en Zubieta.

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Joseba ITURRIA | DONOSTIA

Ninguno de los cuatro jugadores fichados este verano por la Real están entre los once a los que más minutos ha dado Martín Lasarte en los ocho primeros partidos de Liga. Ni entre los quince que han jugado de inicio en las cuatro últimas jornadas, que han llevado a los blanquiazules a los puestos de ascenso.

Es un dato que se ha valorado negativamente en las últimas jornadas, y eso es un error. Es una suerte para la Real que llegue un muy buen jugador como Emilio Nsue -que es una gran incorporación porque puede jugar en las cuatro posiciones más avanzadas a un alto nivel-, y otro delantero que ha metido dos goles y durante la temporada puede aportar cosas como Bueno, y que estén en el banquillo porque de la cantera han salido jugadores de mayor nivel.

A la Real le cuesta fichar jugadores mejores que los producidos por su cantera a un precio asequible para su economía. Han pasado muchas personas con responsabilidad para fichar y a todas les pasa lo mismo. Y el problema no es que todos fichen mal, sino que el nivel que dan los canteranos es alto y que las posibilidades económicas de la Real son muy bajas.

Por eso lo ideal es invertir el máximo dinero en retener a los mejores jugadores de la cantera con contratos de larga duración y no arriesgarse al pago de traspasos para las incorporaciones que vengan, ya que esto obliga a hacer contratos de más años que a la larga son un problema cuando no funcionan bien.

Los verdaderos problemas

El problema no es que a la Real le cueste mucho fichar jugadores que mejoren lo que sale de su cantera, sino que se da la baja a canteranos de más nivel que quienes vienen a sustituirlos. Eso ha sucedido en el caso de Barkero y Gabilondo por la banda izquierda, donde se ha visto un desfile cada año de jugadores que, al margen de los casos puntuales de Savio y Mark González, en ningún caso han mejorado el nivel de los zurdos de Athletic y Numancia. Y lo mismo con Joseba Llorente.

Y el segundo problema es que el director deportivo o el entrenador de turno parece que necesitan justificarse por sus fichajes y priorizan sus cuestiones personales a las colectivas. En ese sentido es incomprensible que un director deportivo como Loren haga declaraciones en las que muestre su deseo de que el equipo juegue con dos delanteros justo en el momento en que da su mejor nivel con uno. Porque se puede interpretar que para él es un problema que en ese caso Agirretxe juegue por ser el mejor delantero, nadie en Gipuzkoa discute eso ahora, y los fichajes vayan al banquillo.

Porque también Lasarte hizo declaraciones antes de ir a Valencia en las que venía a mostrar su ansiedad porque jueguen los fichajes y, de repente, De la Bella es convocado en lugar de Sarasola cuando el de Billabona lo había hecho mejor en sus apariciones. Y Bueno juega en el segundo tiempo en un cambio que es difícil de entender sin ese deseo de que los fichajes jueguen antes de lo necesario. La temporada es larga y habrá bajas y malos momentos de forma y oportunidades para que los cuatro fichajes den su nivel. Pero si no juegan y la Real gana, su suplencia no es ningún problema. Todo lo contrario.

ENTRENAMIENTO

Tras la jornada de descanso de ayer, la Real vuelve a la actividad a partir de las diez de esta mañana en Zubieta para comenzar a preparar el partido del sábado a las seis de la tarde contra el Córdoba, en el que milita el ex realista Gerardo.

Los ascensos del filial apenas cuentan

El mayor problema no es que no jueguen los fichajes, sino que cuatro de los cinco jugadores que han subido desde el filial en las dos últimas campañas -Antoine Griezmann todavía pertenece al Sanse- fueran los descartados en el último partido y están entre los que menos han jugado esta temporada. Esnaola no ha entrado en ninguna convocatoria, Viguera sólo en una y Zubikarai en cuatro. Ninguno ha jugado. Además, Sarasola quedó fuera de la lista por vez primera el pasado domingo y lo más normal es que corra la misma suerte en un futuro porque es más fácil dejar sin convocar a los chavales que acaban de subir del filial antes que a jugadores más veteranos con mayor posibilidad de enredar un vestuario o a los fichajes, lo que motivaría críticas para los técnicos.

Un equipo de las características de la Real no puede tener a 23 jugadores con ficha en el primer equipo y a otro del filial que es titular. 24 son muchos para un equipo que debería tener 20 ó 22 en el primer equipo -eso permitiría repartir el dinero que haya entre menos jugadores y poder pagar más a los jugadores con más nivel- y a unos cuantos en actividad en el Sanse para que cuando se recurra a ellos estén en buenas condiciones. Jugadores de 22 años como Viguera o Esnaola no debían tener ficha en el primer equipo si no entran para nada en los planes de Lasarte desde la pretemporada. Para eso era mejor dejarlos con ficha en el filial para que jueguen si tienen la motivación para hacerlo en Tercera o cederlos en agosto a un Segunda B con la opción de repescarlos en enero. Ahora no van a jugar hasta diciembre y, si son cedidos en enero, ya no hay opción de repescarlos. Es un problema motivado en parte por el descenso del filial, ya que si militara en Segunda B no sería mayor inconveniente tener jugadores de 22-23 años.J. ITURRIA

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