La recién nacida plataforma contra la contaminación electromagnética, junto a representantes sindicales de ELA, LAB y ESK y organizaciones de AMPAS, mostró ayer su preocupación por la «contaminación derivada del despliegue caótico de emisores de todo tipo» a la cual «estamos inmersos».

A los ya clásicos emisores de radio y televisión, situados normalmente a las afueras de las ciudades, les han seguido los emisores de distintas tecnologías de telecomunicaciones. Al respecto, recordaron que estos emisores «están siendo instalados en cualquier punto sin ninguna planificación acerca de las densidades de campos electromagnéticos (CEM)». A modo de ejemplo, citaron la conexión de Internet mediante el sistema sin cables wifi en los hogares, centro oficiales o educativos.

En cualquier caso, los miembros de esta plataforma Javier Vázquez de Ekologistak Martxan, José Miguel Lozano de la Asociación de Afectado por CEM y Gorka Arteagabeitia de Antena No Getxo hicieron hincapié en que «no están en contra de las nuevas tecnologías, sino de la falta de control y de dotación de fondos para una investigación independiente acerca de su inocuidad».

Asimismo, exigieron la aplicación del «principio de precaución», una obligación política establecida por el Parlamento Europeo en la resolución del 4 de setiembre de 2008 y en el 2 de abril de 2009.

Internet «mejor» por cable

La plataforma contra la contaminación electromagnética apostó «por la utilización del cable para Internet en los centros escolares». Además, afirmaron desconocer el motivo para «llenar las aulas con ondas wifi cuando ya existe un cableado previo» para acceder a la red. «Se confunde el derecho a Internet con el wifi» añadieron.

En cuanto a las consecuencias sobre la salud, subrayaron que existen diferentes estudios, no obstante, animaron a la sociedad a consultar -en la web- los diversos estudios realizados por el grupo científico `Bioinitiative' en el que se ha apoyado el Parlamento Europeo.

Por último, hicieron un llamamiento a los sindicatos de enseñanza, a las organizaciones de AMPAS y los ciudadanos en general a «tomar conciencia de este problema y a evitar llenar las aulas de nuevas contaminaciones electromagnéticas». También exigieron la «aplicación de las resoluciones a favor del principio de precaución».