Lakua muestra cuánto va a invertir en el cambio de ciclo, tanto económico como político
Hoy en día los presupuestos no tienen demasiado que ver con las necesidades de la sociedad en la que se va a invertir ese dinero público. La nula participación social en su confección es buen ejemplo de ello. Lo que sí muestran las cuentas públicas es la visión de la sociedad que tienen quienes gobiernan. El reparto del presupuesto de Lakua desvela una agenda que no entiende de nuevos ciclos, ni en lo social ni en lo político. Sus prioridades -primero presidencia, segundo Interior y tercero Educación- evidencian en qué se va a gastar el dinero de los contribuyentes de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa: en «imagen», «seguridad» y «adoctrinamiento». Llama la atención el incremento del gasto en un 50% en escoltas privados y en retirada de carteles. Unas partidas que tienen difícil explicación en un contexto de crisis y por parte de un Gobierno que se considera progresista. Más difícil aún es explicar por qué en un momento en el que se ha generado una gran esperanza en la sociedad vasca para forzar un nuevo ciclo político la inversión de ese Gobierno va destinada a apuntalar el anterior. No cabe duda de que Ares quiere cerrar ese debate, no sólo en la izquierda abertzale, también en sus propias filas.