Las proyecciones de población del Eustat apuntan a que la esperanza de vida en la CAV alcanzará 80,15 años para los hombres y 86,90 años para las mujeres en 2015. Todos queremos vivir más años, pero ¿qué puede implicar una sociedad más envejecida?

Los esfuerzos de la política sanitaria y social van dirigidos, teóricamente, a incrementar el bienestar de la población y uno de los indicadores de que se hace bien es el aumento de la esperanza de vida. Esto es positivo a nivel individual. Pero cuando esto significa un aumento del número de personas en edad avanzada se percibe como algo negativo, que amenaza la situación actual porque la sociedad «envejece». Este «envejecimiento» se transforma en problema grave cuando la relación entre el número de personas de 65 y más años y el número de personas en edad activa, que son los que sostienen el sistema de pensiones, baja de un determinado nivel , como 3 a 1, 2 a 1 ó 1,5 a 1. Pero, ¿dónde está ese nivel, quién lo establece y, sobre todo en este caso, por qué?

Pues respóndame usted...

Lo que está claro es que en el futuro esta relación va a ser cada vez menor. Sin embargo, hay que precisar que las personas mayores o ancianas no producen sólo gasto al sistema. También poseen rentas, que son sus pensiones más o menos altas, que entran en la dinámica de la economía y pueden generar riqueza y empleos. Y, actualmente, los servicios a los mayores son de los pocos que crean puestos de trabajo. No hay que verlo como algo negativo sino como una oportunidad.

Sus proyecciones hablan de que llegaremos al año 2013 con más defunciones que nacimientos.

En nuestro caso se estimó que aunque aumentará esa esperanza de vida, el número de defunciones se incrementaría en los años de proyección por el mayor número de personas ancianas. En cuanto a la fecundidad, se predijo que aumentaría, pero debido al efecto de la disminución de los efectivos de mujeres en edad fértil en los próximos años, el número de nacimientos disminuiría. Esto provocará que los saldos vegetativos, es decir, nacimientos menos defunciones, que habían vuelto a ser positivos en el año 2004, en el año 2014 sean negativos y lo sean hasta el año límite de la proyección, 2020.

Otra cuestión es la de la inmigración. Los más de 41.000 inmigrantes llegados en 2007 a la CAV se reducirán a poco más de 26.000 en 2020, vaticinan. ¿Qué papel demográfico va a jugar la inmigración a futuro?

Es la parte más problemática de las proyecciones de población, porque los factores de su evolución son puramente económicos. Se ha hecho la hipótesis de una disminución paulatina de la inmigración, sobre todo la procedente del extranjero, porque no podemos establecer que un año determinado la inmigración disminuya un 50% o prácticamente desaparezca. Pero en la realidad esto se puede dar, y volver a saldos migratorios negativos en los próximos años, porque al ser una inmigración por causas económicas, una parte importante de los inmigrantes podrían volver a sus países de origen ante una situación de desempleo continuado.

Por cierto. Hay una percepción extendida de que también en la sociedad vasca hay muchos inmigrantes o cada vez más inmigrantes. ¿Es real?

El porcentaje de personas extranjeras aquí es de las más bajas del Estado. Esto es debido a la estructura económica de nuestra comunidad. Aquí se ha necesitado desde siempre una mano de obra más cualificada y, además, la construcción ha tenido menor proporción en el PIB. Todavía en el año 2008 el saldo migratorio ha sido positivo por la entrada de personas procedentes del extranjero, aunque ha disminuido en su número. Curiosamente, lo que sí se ha dado este año ha sido un saldo migratorio positivo con el resto del Estado, es decir, han venido más personas procedentes de otras comunidades que las que se han ido al resto de Estado. Esto se ha debido a que han venido más personas extranjeras, pero procedentes del Estado.

Hablemos de nacimientos. No sé si con esto de las crisis económica también esta tasa se resentirá...

Lo podremos comprobar en los resultados del año 2009 y los siguientes. Por ahora, el número de nacimientos sigue incrementándose y, según los datos provisionales de 2008, éstos son más que en el año anterior.

Lo cierto es que los balances de los últimos tiempos han sido al alza. La CAV ha superado la barrera mítica de los 20.000 nacimientos al año. ¿Efecto de la inmigración?

La fecundidad de las mujeres inmigrantes sí es mayor que la del conjunto de mujeres, pero no en un nivel muy elevado para que haya influido en gran medida en el incremento de la fecundidad. En 2007, sólo el 12% de los nacimientos eran de madre inmigrante. Lo que sí ha influido es la recuperación de la fecundidad en las mujeres de 20 a 25, que en años anteriores había caído a niveles mínimos.

Permítame una cuestión apenas analizada. ¿Hasta qué punto las ayudas y planes de apoyo a las familias con hijos, que comenzaron a impulsarse por el Gobierno de Lakua en el año 2000, han relanzado la tasa de nacimientos como se esperaba?

Es difícil decir si estas medidas han tenido alguna influencia en el ligero incremento del número de nacimientos de estos años, sobre todo porque hemos pasado de 1 hijo por mujer en el año 2000 a sólo 1,2 en el año 2006. Lo cierto es que no se ha dado un aumento importante de los segundos hijos y posteriores, que son los que hacen incrementar el índice de fecundidad, sino que lo que se ha dado es una recuperación de los primeros hijos de madres que habían retrasado su maternidad. De ahí la elevada edad media al nacimiento de los hijos.