Tras la jornada de paro en el sector agrario que tuvo lugar el viernes, miles de agricultores y ganaderos del Estado español llevaron ayer a Madrid la demanda de medidas urgentes frente a la mayor crisis que ha sufrido el sector primario. A la manifestación, convocada por las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA bajo el lema «El campo se arruina, movilízate», se sumaron cooperativas agroalimentarias, y también tomaron parte los agricultores y ganaderos vascos de EHNE. La marcha transcurrió en un ambiente festivo hasta la sede del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM).

Fuentes de las organizaciones agrarias cifraron en 500.000 los participantes, mientras que la agencia Efe recurrió a la empresa Lynce para un recuento que estimó en 12.500 el número de asistentes.

En el transcurso de la marcha, en la que participaron tractores y se portó un gran globo en forma de vaca, se corearon gritos de «Zapatero dimisión» y en las pancartas se leían lemas como «Mañana Zapatero, ¿qué le echamos al puchero?», «Espinosa por la agricultura no se moja» y «SOS. El campo se muere. Políticos, en vuestras manos estamos». Además, se repartió pan con tomate y paella, y se simuló la muerte del campo con un ataúd y una corona en la que se leía «Recuerdo de tu viuda, la ganadería, y de tus hijos, los agricultores».

El secretario general de la COAG, Miguel López, calificó la crisis del campo como una cuestión de Estado, por lo que el sector espera una respuesta del presidente del Gobierno español y de todos los grupos políticos. El secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), Lorenzo Ramos, consideró la marcha «un éxito rotundo», lo que, en su opinión, demuestra que el sector está ilusionado con su futuro . El presidente Cooperativas Agroalimentarias, Fernando Marcén, reclamó que se considere «el sector a la altura que se merece» y que se tenga en cuenta la situación crítica que padece. El presidente de la Asaja, Pedro Barato, solicitó al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, que se tome en serio un sector tan importante como el agrario y que le ayude económicamente, «tal y como lo ha hecho con el del automóvil y la banca». Al finalizar la movilización, los representantes agrarios insistieron en que no están dispuestos a soportar más esta situación, ni a que desaparezcan más puestos de trabajo y que se abandonen más explotaciones. También criticaron a las grandes empresas de distribución y a la Comisión Nacional de la Competencia e insistieron en la necesidad de que el Ejecutivo considere la crisis del sector como un problema de Estado.