Al menos 42 mineros fallecieron ayer a consecuencia de la explosión registrada en la ciudad de Hegang (provincia septentrional de Heilongjiang), según informó la prensa oficial.

La cifra de fallecidos a causa la deflagración podría aumentar a medida que se vaya localizando a los 66 mineros que permanecían sepultados bajo tierra dieciséis horas después de que se registrara el incidente.

La explosión ocurrió a las 2.30 horas locales de ayer [20.30 en Euskal Herria] y, según afirmó la Administración Estatal de Seguridad en el Trabajo, 528 operarios estaban trabajando en la mina en ese momento.

Un portavoz de los equipos de rescate, citado por agencias locales de información, detalló que la explosión ocurrió a 400 metros de profundidad.

Hospitalizados

Además, al menos 29 personas fueron hospitalizadas, de las cuales seis se encontraban en estado grave.

El viceprimer ministro chino, Zhang Dejiang, se desplazó a la zona, cercana a la frontera con Rusia, para supervisar las labores de rescate.

El director adjunto del hospital de la Oficina de Minas, Pan Xiaowen, apuntó que los 800 empleados de la plantilla se unieron a los trabajos de desescombro.

Los accidentes son comunes en las minas chinas, especialmente en las de carbón, donde 3.215 trabajadores murieron el año pasado, según las estadísticas oficiales, aunque la cifra podría ser más elevada. En lo que va de año, son ya casi 1.900 los que han perdido la vida.

Las autoridades han clausurado muchas minas, a menudo ilegales, pero la corrupción permite que todavía funcionen.