Otra clase política para otra clase de sociedad
El sistema de gestión de residuos urbanos puesto en marcha en Usurbil tiene efectos directos y medibles sobre una realidad que cada vez afecta más y de manera más negativa a la sociedad, como es la ingente producción de basura que ataca a la naturaleza y a la salud de las personas. Los resultados del puerta a puerta muestran que en menos de un año Usurbil ha pasado de reciclar un 28% a un 82% de sus residuos. El mérito es de los usurbildarras, que han demostrado que las cuestiones medioambientales, ecológicas y de salud no son temas abstractos sobre los que el ciudadano de a pie no puede incidir.
Además, los argumentos ofrecidos por el Gobierno municipal de Usurbil y por su alcalde, Xabier Mikel Errekondo, van más allá de intereses partidarios, tal y como muestra que en este terreno hayan acordado sus planes con otros partidos de la corporación, en concreto con Aralar y PNV. También superan el ámbito municipal. Son argumentos en defensa de la salud pública frente a la contaminación que genera la incineración de basuras, del bienestar y la responsabilidad frente a modelos no sostenibles ni medioambiental ni económicamente. Por eso la petición de moratoria por seis años para el proyecto de incineradora en Gipuzkoa es sensata y constructiva.
Asimismo, el ejemplo de Usurbil tiene enseñanzas más generales. Por un lado, frente a argumentos estéticos como los de quienes se oponen a este sistema aduciendo, por ejemplo, que los nuevos contenedores «afean la imagen» del pueblo, los partidarios del atez ate y el Ayuntamiento defienden argumentos éticos y políticos de peso. En un momento en el que la ciudadanía ve con recelo a los políticos y en el que, en vista de que una vez logrado el cargo no atienden a sus problemas e intereses reales, pierde la confianza en que el sistema político pueda funcionar, el ejemplo de Usurbil muestra una concepción de la democracia totalmente diferente: más participativa, no delegada, crítica, efectiva y responsable. El referéndum que tendrá lugar el próximo fin de semana es una evidencia más de ello. Además de otra forma de enfocar el tema de los residuos se trata de construir un modelo político y social más justo y responsable.