Final de la Copa
El poderío físico barcelonista hace que la final termine en chorreo
El Real Madrid sólo existió en el primer cuarto. A partir del segundo asalto, los de Xavi Pascual ahogaron por completo el entramado ofensivo merengue. Después de una Copa espectacular, Fran Vázquez se llevó el premio MVP. Una vez más, el graderío estuvo bestial.
Arnaitz GORRITI
¡Eo, eo, eo! ¡Esto es un chorreo! El Real Madrid seguirá por un año más sin tocar la Copa, después de que sufriera en sus carnes la tiranía del mejor Barcelona de esta fase final. A partir del segundo cuarto los de Xavi Pascual sometieron de tal forma a los merengues, que al final lo que hubo sobre el parqué no fue sino una sucesión de cánticos y gritos mientras pasaba el tiempo reglamentario. El físico blaugrana, tal y como pasó en la liga, hundió a los de Messina.
La defensa catalana asfixió el juego madridista y si, 24 horas antes, el Caja Laboral Baskonia se hallaba impotente ante un Real Madrid superior, ayer esos papeles se invirtieron y fueron los de Messina quienes no supieron cómo contener la paliza que se les vino encima.
La puntilla llegaba tras el descanso, que ya había acabado 40-25. Un gran juego colectivo culé, liderado por Fran Vázquez, destrozó el partido a base de músculo e inteligencia. Lástima que un espectáculo así no tenga un final más igualado.
Y llegó la normalidad a la Copa. Y con la normalidad, el himno de la misma. Lástima que se quedara a medias, aunque puede que fuera porque la mayoría del público congregado pitara y pataleara ante la normalidad impuesta.
Tras una ausencia de ocho años, el rey de los españoles, con su consorte, apareció por el Bizkaia Arena. En su séquito, nombres como el lehendakari López, el alcalde de Bilbo, Iñaki Azkuna, el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, o la presidenta del Parlamento de Gasteiz, Arantza Quiroga.
Normalidad absoluta, como ejemplifican los controles y registros de ésos que convierten en sospechosos a trabajadores que han estado cubriendo el evento durante estos días, así como a los sufridos aficionados que hicieron caso a los preceptos de la ACB y llegaron con antelación. No valdría que en cuatro días sólo hubiera habido buen rollo. La única bronca entre aficionados estuvo en un tiempo muerto, cuando el graderío increpó a los «Berserkers», un grupo de hinchas del Real Madrid durante un concurso de tiros libres entre aficionados. La Ertzaintza tuvo que templar a uno de sus miembros, que se encaró de malos modos con la gente.
Pero el momento supremo de normalidad fue anterior al inicio, a razón de la presentación de los monarcas y el himno. Si la llegada del Borbón fue recibida con pitos, el griterío ante el himno fue ensordecedor. Tal fue el clamor popular, que por mucho que subieran el volumen, nada podía ante el hastío de la gente ante esta impostada normalidad. La «música» debió ceder ante semejante impulso.
A. G.
Los boletos se repartían entre un Navarro que lució ajado y un Rubio que brilló a ratos, de modo que el MVP de Fran Vázquez es una sorpresa. Pero no su juego. Su físico y mejora colectiva lo llevó a destacar sobre sus compañeros. Ya en la semifinal su concurso decidió la victoria sobre Valencia Basket y ayer, con 14 puntos y 4 rebotes redondeó su actuación.
El DKV Joventut se imponía al Barcelona por 76-74 en la gran final de la Minicopa, disputada al mediodía en La Casilla. La Penya perdía 32-44 al descanso, pero de la mano de Xavier Moreno, 21 puntos, y Marc Bauza, MVP de la final con 15 puntos y 15 rebotes, lograba la remontada. Bilbao Basket caía en el duelo por la tercera plaza ante el Valencia Basket por 56-50.
