Un solo gol separó al Athletic de volver a dormir, seis meses después, en puestos europeos. Un gol que bien pudo llegar, teniendo en cuenta las ocasiones que crearon los bilbainos en El Molinón, con penalti -el quinto que desperdician esta temporada- incluido. Pero falló la puntería y los rojiblancos se quedaron, por enésima jornada, con la miel en los labios.

Por partida doble, porque no pudieron celebrar una victoria que rondaron y porque tampoco el empate se tradujo definitivamente en la sexta plaza que, a las diez de la noche, ocupaba el cuadro bilbaino. Pero es que el resultado en el Sánchez Pizjuán tampoco acompañó. O sí. Porque una derrota del Deportivo habría permitido al equipo de Joaquín Caparrós disfrutar de la semana en el sexto puesto, pero el empate en el campo hispalense hace que las distancias se mantengan. Con muchas jornadas aún por delante, el Athletic sigue a un solo punto de la escuadra gallega y a apenas tres de la cuarta plaza, que sigue en manos del Sevilla. El otro resultado de la jornada sí acompañó y la derrota del Mallorca en Getafe acerca al Athletic a los bermellones. En definitiva, que habrá que esperar para valorar convenientemente el punto de El Molinón.

La lectura, en lo que atañe exclusivamente al Athletic, no puede resultar negativa. Tras su mal arranque de año como visitante, el conjunto rojiblanco apunta ahora a la media inglesa, con su racha victoriosa en San Mamés y los empates en sus dos últimos desplazamientos, a Sevilla y Gijón. E, igualmente, destacable, recupera fortaleza defensiva, con tres encuentros consecutivos dejando su portería a cero.

Una pena que ayer no recuperara también la puntería de sus mejores noches. Y, puestos a pedir, que no hubiera regalado tantos minutos al rival. Porque las mejores ocasiones fueron bilbainas, sí, pero la insistencia también suele dar frutos, y ayer no le faltó de ésa al Sporting, dominador del encuentro durante buenas fases.

De inicio, por ejemplo. Costó darse cuenta de que el Athletic -que saltó al campo conocedor de la derrota del Mallorca- peleaba por un puesto en Europa. Prácticamente la primera media hora se bailó al ritmo de los locales, que no llegaron en exceso ni con demasiada claridad, pero que llevaron el ritmo del partido con algún balonazo esporádico de los bilbainos como única respuesta.

Hasta que al Athletic le dio un arrebato que estuvo a punto de tumbar a su rival. Gabilondo ya avisó de lo que estaba por venir, para bien y para mal, enviando a las nubes una ocasión clarísima. Llorente, Susaeta y Javi Martínez por duplicado probaron con idéntica falta de fortuna.

La ocasión más clara

El choque se reanudó -con Iraola ya fuera del campo por una lesión en el hombro- de manera prácticamente calcada, aunque el Athletic acortó los plazos. Tanto, que antes de alcanzar el cuarto de hora se encontraba con la oportunida definitiva, cuando Fernández Borbalán picó con la caída de Toquero en el área. Gabilondo cogió el balón con confianza, pero la celebración fue para Juan Pablo, que detuvo el lanzamiento del guipuzcoano.

Por fortuna, el error no se convirtió en una sentencia para el Athletic. Pero pareció animar a su rival y el choque se convirtió en un toma y daca aunque, de nuevo, las ocasiones más claras tuvieron color visitante. Un par de acciones de Llorente y una volea de David López bien pudieron hacer olvidar el error del penalti y qué decir de la doble oportunidad del último minuto, cuando primero Muniain y después Llorente no acertaron a rematar entre los tres palos.

Pero no era la noche, así que no quedó otra que resignarse con un empate que, al menos, mantiene muy vivo al Athletic una semana más.