La empresa británica British Petroleum (BP), que explota la plataforma petrolífera causante de la marea negra, anunció ayer haber comenzado a perforar un pozo de emergencia para tratar de contener y aislar el vertido de crudo en el Golfo de México tras la explosión ocurrida el pasado 20 de abril.

En un comunicado difundido ayer, la compañía señaló que la perforación comenzó a las 22.00 [hora de Euskal Herria] del domingo 2 de mayo y su objetivo es interceptar el actual pozo donde se produjo el derrame, a unos 3.965 metros por debajo del fondo del mar, y sellarlo mediante «una cobertura de confinamiento».

«Al mismo tiempo, seguimos con nuestros esfuerzos para detener el vertido y controlar el petróleo en el fondo del mar, para atajar el petróleo en la costa y proteger la orilla a través de un gran esfuerzo conjunto con agencias del Gobierno y comunidades locales», destacó.

Costes

Asimismo, BP estimó que el costo de estos trabajos para contener la marea negra en más de 6 millones de dólares diarios.

«Este coste aumenta a medida que los esfuerzos se intensifican. Aún es muy pronto para cifrar el conjunto del costo del accidente», señaló.

La presión del Gobierno estadounidense se acentuó sobre BP en estos últimos días. «Que las cosas sean bien claras: BP es responsable de esta fuga. BP va a pagar», lanzó fulminantemente el presidente del país, Barack Obama el domingo en declaraciones ante la prensa.

El inquilino de la Casa Blanca hace todo lo posible para evitar que la marea le sentencie políticamente, teniendo en cuenta los devastadores efectos que el huracán Katrina tuvo en la popularidad de su antecesor, George W. Bush.

Obama debe demostrar que su equipo tiene el control absoluto de la situación y actuar con decisión para limitar las consecuencias. Ayer mismo, manifestó que su Administración haría «horas extra» para limitar el impacto económico del desastre, aunque advirtió de que se trata de un reto «serio».

Schwarzenegger

Entretanto, el gobernador del Estado de California, Arnold Schwarzenegger, mostró su oposición a la perforación petrolera en la costa californiana, y precisó que ha cambiado de idea debido a la marea negra en el Golfo de México.

El mandatario había dicho en los últimos meses que la extracción de petróleo frente a las costas de Santa Bárbara, al noroeste de Los Ángeles, aportaría hasta 100 millones de dólares que ayudarían a reducir el déficit presupuestario del Estado.

«Ves la magnitud del desastre y dices: `¿Por qué arriesgarse? No vale la pena», sostuvo.

Hasta el momento, según datos ofrecidos ayer por la agencia France Presse, la mancha de petróleo tiene una extensión de más de 200 kilómetros de largo y más de 110 de ancho, y amenaza a cuatro estados del sur de EEUU: Alabama, Luisiana, Mississippi y Florida.