CRÓNICA Nafarroa Oinez, "Munduz mundu"
El euskara une por un día a América, Asia y Europa
El euskara sirvió ayer para que una finesa, una japonesa, un madrileño y una argentina explicaran en Iruñea el valor que tiene la «lingua navarrorum» en cualquier parte. en la charla sólo se escuchó el castellano en los auriculares de la traducción simultánea.
La ikastola Paz Ziganda, de Atarrabia, está encargada del Oinez de este año. Ha elegido como lema «Munduz, mundu», para ensalzar de este modo que el euskara no es un localismo sino un valor universal y una aportación a la riqueza cultural del mundo. Para ello, invitó al Baluarte de Iruñea a cuatro personas que enseñan euskara en universidades de sus respectivos países.
El euskara de Helsinki
A sus 28 años, Hanna Lanto, además del suomi materno, habla inglés, castellano, estonio, portugués, sueco, alemán y húngaro. Asegura, sin embargo, que el euskara es el idioma que más alegrías le ha dado. «Me quedé maravillada con su estructura y decidí venir a aprender», explica. Lanto fue crítica con que aprender euskara es difícil: «Eso es relativo. Para mí fue fácil, porque el suomi tiene cierto parecido en algunos puntos». Para ella, el reto principal es la falta de paciencia. «Cualquier excusa vale para no hablar en euskara, criticar el batua por artificial, el labortano por demasiado francés.... Esto resulta muy perjudicial para el idioma. Hace falta un poco más de tolerancia lingüística». Desde hace cinco años, Lanto da clases en la Universidad de Helsinki. «Muchos finlandeses quieren aprender euskara por su interés idiomático, pero también porque sienten cierta solidaridad con Euskal Herria. Hemos sido un país dominado primero por Suecia y luego por los rusos. Sabemos que los derechos lingüísticos no caen del cielo, se ganan con mucho trabajo y se pierden fácilmente».
Los vascos en Argentina
Rosana Entizne es música y matemática. Fue su madre, que no tenía ningún vínculo con Euskal Herria, la que acabó cautivada por la cultura vasca. Entizne creció en la Euskal Etxea de Bahía Blanca, en la provincia de Buenos Aires. Tras décadas de trabajo, los primeros cursos intensivos en euskara no llegaron hasta Argentina hasta el año 2000, pero se consolidaron, y hoy el día se estudia euskara en 36 centros y universidades argentinas. «Cuando la gente me pregunta por qué se estudia euskara en Argentina, les contesto con otra pregunta, ¿por qué una chica viste el jersey de su novio que está lejos? Para sentirse más cerca de lo que quiere, más cerca de sus antepasados o su cultura». Para Entizne, «hay que desmentir eso que dicen de que todos los vascos son buenos porque tienen el euskara, un idioma tan complicado que ni el diablo se lo pudo aprender. En realidad, no es tan difícil».
Una japonesa del Goierri
Hiromi Yoshida se licenció en Filología Inglesa en la Universidad Waseda de Tokio, cursando euskara el último. Siguió por hobby, pero tras 14 meses de barnetegi y varias estancias en Euskal Herria, acabó por obtener un máster con el trabajo «Verbos sintéticos del euskara en Azpeitia, morfología y semántica» y doctorándose con «El sistema de verbos auxiliares en el euskara de Azpeitia». Hoy en día, en Japón hay cuatro universidades que ofrecen cursos de iniciación en euskara. A Hiromi le resulta «indiferente» la motivación que tengan los japoneses para aprender euskara, porque «lo importante es hasta dónde llegan una vez que se abre la puerta». Hasta ella llegan alumnos interesados «porque les gusta el fútbol, o han conocido Euskal Herria. Hay otros que simplemente se lanzan porque han oído que el euskara es el idioma más difícil del mundo». Pero en Japón, recordó la profesora, también hay una sensibilidad especial, saben lo duro que es tener un idioma amenazado, en su caso, el ainu.
En Praga y en Madrid
Al profesor de euskara de la Universidad Complutense de Madrid, Carlos Cid, tampoco le ata ningún vínculo familiar a Nafarroa. «Me siento orgulloso de hablar euskara en la capital de Nafarroa, porque hablo el idioma que se conoció como lingua navarrorum», arrancó Cid su charla. Comenzó a estudiar euskara a los 15 años, en la que se convirtió en «la elección más importante» de su vida. Cid ha enseñado euskara en Madrid y en Praga. «El checo, al igual que el euskara fue un idioma minorizado, quizá debamos aprender de ellos para impulsar el euskara», explicó. Dos amigos de Cid, continúan estudiando y dando clases de Euskara en Praga. El profesor destacó que hay que defender en el Estado un «verdadero bilingüismo», ya que facilita después el aprendizaje de un tercer idioma.
Aritz INTXUSTA