Este ambicioso proyecto de inversión tecnológica forma parte de los acuerdos de cooperación gran-nacionales del ALBA (Alternativa Bolivariana para las Américas), cuenta con un presupuesto de inversión inicial de 64,4 millones de dólares, y será operado por la empresa de carácter mixto cubano-venezolana Gran Caribe.

Si por lo general desde diversas medios internacionales se le reprocha a Cuba las limitaciones en el acceso a Internet muy pocos son los que subrayan que este país solo puede usar este importante sistema de comunicaciones internacionales mediante satélite, como consecuencia de las disposiciones del bloqueo norteamericano, lo cual hace que la capacidad real de conexión sea sumamente limitada, muy lenta y realmente cara. Cuba cuenta actualmente con un acceso a Internet solo mediante satélite, desde 1996, ya que en 1992 la llamada Ley Torricelli si bien autorizaba el uso por parte de Cuba de cierta capacidad satelital excluía a esta nación del uso de los cables instalados en la zona, cuyo control y nudos principales pasan por los EEUU, como parte de la tradicional política agresiva hacia la nación caribeña.

El próximo cable de fibra óptica permitirá superar en 3000 veces la conectividad en uso, aumentar la velocidad de manera ostensible así como la transmisión en condiciones normales de datos, imagen y sonido, ya que según fuentes especializadas se alcanzará una capacidad de 640 gigabytes, igualmente los costes de utilización y operación se verán reducidos en un 25%, sin dejar de señalar que la isla completó a inicio de los años 2000 el sistema de cable óptico soterrado, que cubre de Oriente hasta Occidente toda la geografía nacional, y que actualmente está en uso para la comunicaciones telefónicas fijas y las redes de Intranet, de acceso bastante generalizado.

En las próximas semanas se procederá a la terminación de la exploración geográfica del fondo marino en zonas costeras del oriente cubano, que seguirán hasta completar los 200 kms previstos entre Santiago de Cuba y Jamaica, para determinar con precisión la ruta de instalación del cable submarino y los puntos de cruce. Por su parte la compañía china Cantel Shangai Bell, a la que se le adjudicó el proyecto por su experiencia y capacidad, pero también por no estar sujeta a ninguna limitación relativa al bloqueo norteamericano a Cuba, completa la preparación de personal y las bases materiales para iniciar la instalación física del cable en las primeras semanas de enero del 2011.

Monopolio norteamericano

Este proyecto de inversión tecnológica debe tener importantes repercusiones desde el punto de vista económico para Cuba, al permitir una comunicación más normal con el resto del mundo, sin olvidar sus potenciales repercusiones sociales al interior de la isla, al posibilitar un acceso más barato y generalizado a Internet, al tiempo que es obligatorio señalar que este hecho supondrá la ruptura del monopolio norteamericano de las comunicaciones en América Latina, en lo que se refiere a infraestructura fija, antecedida por el uso de satélites propios puestos en marcha tanto por Venezuela como Bolivia, ambos integrantes de la coalición del ALBA, del cual forma parte este mismo proyecto de cable de fibra óptica.