Todo parece indicar que para el próximo curso estará en las aulas dentro la asignatura esa de educación para la ciudadanía, en la que se pretende adoctrinar políticamente a nuestros hijos y nietos (...).

La insumisión está pues, servida. Además, hasta el propio Urkullu ha dicho que no le gusta el acuerdo alcanzado y, dejando atrás la incongruencia de para qué llega a un acuerdo no deseado, es de imaginar que los militantes y simpatizantes del PNV aconsejarán también a sus hijos que no asistan a esas clases.

¿Y qué te parece, pregunto, el ejemplo de Pat Magee, ex militante del IRA que acompañado de Jo Barry, hija de una de sus víctimas, da conferencias en prisiones y centros educativos sobre su experiencia y su predisposición a la reconciliación? Pues, dice José, a mí me parece muy bien, pero van a explicarlo las dos partes y no sólo una de ellas. Además, lo del IRA ya está resuelto o en vías de su resolución definitiva y aquí parece que no ha pasado el tiempo sino para peor.

Y otra cosa, Magee dice que no se arrepiente de su militancia en el IRA y que lo único que lamenta es que aquellas acciones que cometió fueran necesarias. Aquí se trata de todo lo contrario y además con la perversión de que se quiere hacer ver que el GAL no existió, por ejemplo, ni que lo dirigió y creó un gobierno socialista... sólo quieren dar a nuestros hijos doctrina política y eso sí que no. Además, ¿cómo te puedes fiar de alguien que afirma que Lokarri no es una organización pacifista porque no la controla?