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La colaboración política y sindical, una demanda ciudadana y una necesidad

Euskal Herria vive momentos propicios para el cambio político y social. Así lo perciben numerosas fuerzas políticas, sindicales y sociales, y así lo demanda una mayoría de ciudadanas y ciudadanos vascos que apuesta por un escenario democrático en el que no quepa la exclusión y todas las opciones tengan las mismas oportunidades de materializarse. Los tiempos de crisis son propicios para los cambios y el contexto actual de Euskal Herria está marcado por una crisis económica sin precedentes a nivel mundial y una crisis política en el Estado español cuyo principal exponente es, precisamente, «el conflicto vasco». Sin embargo, el hecho de que la crisis sea el contexto propicio para el cambio no garantiza que éste se produzca sin más. Los cambios profundos no llegan mientras quienes los demandan permanecen sentados a su espera. Ni siquiera con reiteradas declaraciones sobre su necesidad. De ahí la importancia de las imágenes que esta semana ha ofrecido, porque reflejan algo más que meras palabras o llamamientos etéreos.

Una de esas imágenes transmite la impresión de que los contactos entre fuerzas soberanistas comienzan a fraguar sus primeros acuerdos. En este sentido, si es innegable la trascendencia del compromiso de fomentar un debate sobre el modelo de cambio social y político en Nafarroa y extensible a todo Euskal Herria, expresado conjuntamente por la izquierda abertzale y EA tras la reunión que mantuvieron en Iruñea el pasado jueves, no es menor la importancia de la convocatoria de un acto político conjunto de esas dos formaciones para el próximo domingo, día 20, en Bilbo. Y su trascendencia se debe, además de por ser la primera demostración palpable de que es posible la colaboración entre fuerzas soberanistas, a que podría ser el inicio de colaboraciones más amplias, tanto entre la izquierda abertzale y EA como con otros agentes. Algo que, sin duda, una gran parte de esta sociedad sabrá valorar.

Pero, ciertamente, la percepción de la oportunidad de cambio no se limita a las fuerzas políticas. El pasado viernes la iniciativa Adierazi EH!, de la que forma parte un numeroso grupo de personas referenciales en diversos ámbitos y de muy variada procedencia socio-política, presentaba una concreción de los derechos humanos, civiles y políticos básicos para lograr ese escenario democrático que la sociedad vasca en su mayoría persigue, y convocaba una manifestación en Bilbo para el día 11 de setiembre en defensa del mismo.

Es momento de materializar las respuestas

Y si en el terreno político no faltan motivos para la movilización, no son menos los que invitan a ella en el campo sociolaboral. Bilbo fue escenario ayer de una multitudinaria manifestación convocada por la mayoría sindical vasca en contra de los recortes que vienen aplicando los gobiernos de Madrid, Gasteiz e Iruñea; es decir, recortes decididos principalmente por el FMI, aplicados por Madrid y copiados por los ejecutivos de Gasteiz e Iruñea, a los que hay que sumar una reforma laboral que esta misma semana aprobará el Gobierno de Rodríguez Zapatero, la cual, mientras abarata y subvenciona el despido y aumenta las bonificaciones a la contratación, abre las puertas a la anulación de salarios y condiciones firmados en convenios. Todo ello, dicen, para que, entre otras cosas, se recupere la economía y crear empleo, algo que en modo alguno garantizan todas las medidas y reformas ya en vigor o anunciadas. Lo que sí garantizan es una brutal mutilación de derechos sociales y laborales. Esos recortes, con origen en Madrid, automáticamente son aplicados en Hego Euskal Herria debido a la falta de un marco de relaciones laborales vasco, un reto que la mayoría sindical vasca reivindicó ayer y que incluye en la dinámica de lucha iniciada con la huelga general del 21 de mayo del pasado año.

Ante semejante ataque a los derechos conquistados por la clase trabajadora con mucho sufrimiento, la respuesta ha de ser contundente. Así parecen entenderlo los sindicatos convocantes de la marcha de ayer, a cuya conclusión hicieron un llamamiento a la huelga general para el 29 de junio. No faltarán mensajes por parte de empresarios e instituciones diciendo que no es momento para huelgas; sin embargo, siempre que los trabajadores sufren un recorte en sus derechos es momento para hacer uso de un instrumento legítimo de lucha como es la huelga general; más aún cuando los trabajadores y los sectores más indefensos sufren ese recorte con la pretendida justificación de que hay que afrontar la situación entre todos, una situación de la que ellos no son responsables y que quienes la han provocado aprovechan para enriquecerse más. Por eso, parece evidente que se dan las condiciones objetivas para convocar huelgas generales y responder contundentemente a la estrategia de imposición neoliberal.

Euskal Herria vive tiempos cruciales. Por eso la responsabilidad de las fuerzas políticas y sindicales es también evidente, máxime cuando muchas de ellas piden la implicación de la sociedad y propugnan un futuro para Euskal Herria en el que todos los proyectos sean susceptibles de materializarse y cuyo único límite sea precisamente la voluntad de los vascos y vascas. Esa voluntad debe ser la referencia de esas fuerzas.

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