El presidente de EEUU, Barack Obama, le reiteró al primer ministro británico, David Cameron, las obligaciones de la compañía British Petroleum (BP), responsable del vertido de crudo en el Golfo de México, considerado el peor desastre ecológico en EEUU, durante una con- versación telefónica mantenida ayer. Según la Casa Blanca, Obama dijo que BP «debe cumplir sus obligaciones con aquellos cuyas vidas se han visto alteradas e insistiremos en que debe hacerse todo lo posible para frenar el derrame, pagar la limpieza y el daño medioambiental cometido», informó Europa Press.

Obama le transmitió a Cameron que su frustración con BP no tiene que ver con la nacionalidad de la compañía, respondiendo así a las acusaciones que le reprochaban desde Gran bretaña cierta retórica antibritánica y que habían provocado cierta tensión en los últimos días y zanjando los rumores sobre un posible desencuentro diplomático entre ambos mandatarios.

Matizó que «no tiene interés en minar» el valor de la multinacional e insistió en su «profundo compromiso» con la «extraordinaria e histórica» relación bilateral, indicó Efe.

Ultimátum

Mientras tanto la presión estadounidense sobre BP para que reconsidere sus planes para atajar el vertido seguían aumentando, apuntó AFP. En este sentido, Washington dio ayer a la petrolera un ultimátum para que plantee en un plazo de 48 horas una opción mejor que las hasta ahora barajadas. En una carta fechada el 11 de junio, el vicealmirante de los Guardacostas James Watson advirtió a la compañía de que los planes para contener la fuga no tienen el suficiente alcance y subrayó que el volumen del vertido se ha incrementado drásticamente.