INGLATERRA 1

ESTADOS UNIDOS 1

Hará falta más para que pierda su condición de candidata al título, pero su debut en el Mundial tampoco permitió a Inglaterra confirmar lo que ha venido apuntando en los últimos meses. En el duelo que, en teoría, debía dirimir el liderato del Grupo C, el equipo de Fabio Capello no pudo pasar del empate ante Estados Unidos.

Responsabilidad, hasta cierto punto, de Robert Green, que reavivó el debate sobre la portería tragándose el balón del empate. También de Fabio Capello, que desperdició el potencial de Gerrard y Lampard enterrándolos junto a la defensa. Y, cómo no, de la selección norteamericana, un equipo que no ganará el torneo, pero puede complicárselo a cualquiera. Un equipo bonito, que intenta jugar al fútbol y con la suficiente disciplina como para no perder los papeles cuando se le tuercen las cosas.

Algo que ayer le sucedió a las primeras de cambio. En el minuto cuatro, una de las escasas incorporaciones de Gerrard ponía por delante a Inglaterra, que no podía imaginarse un escenario mejor. Pero el sopapo no pareció afectar a su rival, que encaró el partido con la misma tranquilidad como si el marcador no se hubiera movido. No pudo poner cerco al área, pero sus incursiones no parecen pocas, teniendo en cuenta que se enfrentaban a once ingleses entrenados por un italiano.

La cantada de Green

Una de las menos claras acabó convirtiéndose en el empate. Dempsey lo hizo bien buscando hueco y sólo regular con un remate flojo desde el exterior del área. Pero como Green continuó la progresión descendente, empujando el balón hacia su portería, los yankis se fueron al descanso con la desventaja neutralizada.

Tocaba ver a la Inglaterra que quiere pelear por el Mundial y, efectivamente, el equipo de Capello se animó tras el descanso. Los intentos de Heskey, Lampard o Rooney mantuvieron muy viva la posibilidad del triunfo. Y además ahogaron durante muchos minutos el descaro de los estadounidenses que, sin embargo, volvieron a revivir en los minutos finales.

Tanto, que la posibilidad de la campanada también se paseó por Royal Bafonkeng. Green, pasando de villano a héroe, evitó que se hiciera realidad enviando al larguero un disparo de Altidore y dejando la sensación final de que el de Inglaterra fue un tropiezo sin demasiados peros.