BEROIZ 15

ARITZ LASA 22

Aritz Lasa sacó de cine en la final del Manomanista de Promoción y consiguió calarse la txapela de esta competición, lo que el año que viene debería darle la oportunidad de jugar entre los elegidos. El delantero de Urretxu logró un total de 11 tantos con la jugada inicial ante un zaguero del calibre de Beroiz y en un partido de tanta presión sólo cometió un error -el que supuso el 14-21-, una ecuación que irremediablemente le dio como resultado su primera txapela desde que dio el paso a las grandes empresas.

Pese a que en aficionados consiguiera casi todos los campeonatos posibles, al delantero guipuzcoano le costó horrores dar el salto a profesionales, algo que hizo con Frontis, donde convenció a a Inaxio Errandonea, artífice de su paso a Aspe. Tras tanto esperar, el de Urretxu no estaba para dejar pasar esta oportunidad. Vista la buena imagen que dejó en el Cuatro y Medio de Primera, donde eliminó a Iker Arretxe y puso en serios apuros a Oinatz Bengoetxea, este Manomanista de Promoción, en el que comenzó desde lo más bajo del cuadro, teniendo que jugar hasta dos previas de su propia empresa, ha sido su confirmación en el plano profesional.

Inicio igualado

A pesar del enorme agujero que el delantero consiguió con la jugada inicial, el partido resultó muy igualado en su comienzo, con constantes alternancias en el marcador, según quién era el pelotari que conseguía imponer su ritmo. Aritz Lasa dejó claras sus intenciones desde el primer tanto, que sumó con el primer pelotazo. Para el 7-4, primer resto en el que el navarro entró de aire, el urretxuarra había obtenido cinco tantos con la jugada inicial y el otro llegó en una pelota que su rival mandó al colchón de arriba.

Mikel Beroiz, por contra, confió la defensa de la txapela adquirida el año pasado en su superioridad en el peloteo. Aunque dio la sensación de que comenzó el partido más atenazado por la presión, el de Uharte impuso su mayor golpe, a pesar de que en los tantos que supusieron el 5-7 y el empate a siete, Aritz Lasa exhibió una gran defensa de aire en dos tantos durísimos.

Su pegada le permitió al hasta ayer campeón adelantarse 10-8 en el marcador, momento en el que Aritz Lasa hizo caso a los consejos de su volcada afición, que le aconsejaba que «a lo loco se vive mejor». Llevó a Beroiz a su terreno a base de dejadas y ganchos, lo que perfectamente aderezado con otros seis tantos de saque, le permitió sumar un parcial de 0-10 con el que la final tomó un claro color azul. Sacando provecho a una pelota que Beroiz no conseguía gozar, el de Urretxu seguía con juego efectivo y pleno de acierto, mientras que el de Uharte comenzaba a desesperarse por la imposibilidad de restar en condiciones.

Sin embargo, pese al 10-20 en contra y esa laguna en el resto, Mikel Beroiz demostró una entereza impropia de un joven de 21 años y buscó una remontada como la que le llevó a dar la vuelta a un 7-18 ante Urrutikoetxea en la semifinal jugada en el frontón azul de Zalla. Con buenas dejadas y un buen par de derechazos, el zaguero de Aspe alcanzó a maquillar el marcador y sumar quince tantos, pero la ventaja concedida esta vez era demasiado grande y Aritz Lasa sentenció con un pelotazo que lo sobrepasó.