Un estudio revela que la falta de alimento llevó al declive del lobo
El lobo no está en riesgo de desaparición en el norte ibérico. «No de manera inmediata», matiza el alavés Txema Fernández García, coautor de una reciente investigación sobre las causas del declive de las poblaciones de esta especie en nuestro entorno más próximo. Un estudio que revela que más que la persecución, es la falta de alimento la que ha frenado históricamente la evolución de este carnívoro.Joseba VIVANCO |
«En el norte ibérico el lobo es una especie ``casi amenazada''; quiere decir que no cumple los criterios de riesgo de desaparición, pero que podrían cumplirse en un futuro si la situación o el tipo de gestión cambiaran», advierte el biólogo y miembro del Instituto Alavés de la Naturaleza Txema Fernández García, coautor, junto a la también bióloga Nerea Ruiz de Azua, de una investigación sobre las causas del declive de la población de lobo, publicada en ``European Journal of Wildlife Research''.
Lo que trataban de averiguar era la «causa primaria» del declive progresivo y la extinción de la población de lobo en territorio vasco. A nivel peninsular, «desde finales de los setenta y principios de los ochenta, la población del norte ibérico se expandió geográficamente hacia el sur y este. Sin embargo, en la última década, algunos investigadores piensan que la expansión ha continuado, mientras otros opinan que se ha estancado o ralentizado», explica.
En nuestro entorno más próximo, la frecuencia en la aparición de ejemplares aumentó en los ochenta, y en los noventa «se comprobó el asentamiento de manadas». Fernández, no obstante, constata que en la última década «el ritmo de progresión se habría ralentizado o detenido, en el sentido de que no hay nuevas noticias de lobos fuera de las áreas de influencia de las manadas que ya existían en los noventa».
Lobo «versus» ganadería
Hacer un seguimiento de esta especie no es sencillo. El último censo peninsular data de 1985 y se estima que su población actual podría rondar los 750 adultos reproductores. Estos expertos alaveses han descubierto que, frente a la idea habitual, su declive poblacional a lo largo de las últimas décadas no se debió a la persecución humana, sino a la «desaparición de ungulados, como corzos y jabalíes, y la inexistencia de fuentes de alimentación alternativas».
Entre ese ``menú'' se encuentra también el ganado, ovino especialmente, lo que sigue generando una tensa relación con los pastores. El biólogo Txema Fernández asegura entender el «desasosiego» y la «reducción de la calidad de vida» de los ganaderos. Sin embargo, no comparte su encendida postura.
«El hecho de que los ganaderos de ovino, por ejemplo del occidente alavés, tras la pérdida de su relación con el lobo en el siglo pasado, estén de nuevo expuestos a este factor, es consecuencia de cambios socioeconómicos y naturales que nadie ha decidido conscientemente. El lobo es otro elemento que incide en la viabilidad económica y social de las explotaciones de ovino», entiende.
A juicio de este experto, «ahora mismo, el sector rechaza cualquier medida que intente reducir el impacto del lobo en las explotaciones, porque para ellos sería aceptar que tienen un problema. Pero el hecho es que la ganadería de ovino, como muchas otras actividades económicas en el medio rural moderno, sufre vaivenes, cambios y dinámicas, y posiblemente sólo las que quieran y puedan adaptarse a nuevas situaciones podrán persistir en términos comerciales y de competitividad económica».
Fernandez tiene claro que «la alternativa ``no lobo'' no es factible hoy en día, por lo que creo que la posición de los ganaderos debería ser más posibilista y realista». En su opinión, «las exigencias hoy de preservación de la biodiversidad difícilmente encajan con el exterminio de una población silvestre, así que la vigilancia del ganado y su cierre se propugnan como las estrategias que deberían mitigar el impacto de los predadores y relajar la tensión». Medidas preventivas necesarias, añade, «pero también compensatorias».
El lobo es una especie con buena capacidad dispersiva, como lo demuestra que haya una pequeña población en el Pirineo catalán procedente de los Alpes italianos. Sin embargo, este biólogo ve difícil que consiga atravesar suelo vasco hasta llegar al Pirineo navarro
Frente a quienes defienden las incursiones del lobo en suelo vasco, el sindicato ganadero alavés UAGA persiste en su boicot a las ferias como medida de protesta. Y habrá que ver si radicaliza o no su postura tras la reciente presentación pública del Plan de Gestión del Lobo por parte del diputado de Medio Ambiente, Mikel Mintegi, y consensuada por PNV y EA. Los ganaderos ya dejaron clara su postura ese mismo día, encadenándose a las verjas de las Juntas Generales. El Plan concluye que ganado y lobo deben convivir, y propone impulsar los vallados eléctricos o el adiestramiento de perros de guarda. GARA