Fede de los Ríos
Mejor honra sin barcos
Hace ya bastantes años, acostumbraba a decirnos un profesor que estulticia e inquisición van forzosamente juntas; es por ello por lo que la oposición a la estupidez cobra el rango de guerra. Por consiguiente, sentenciaba, no resulta nada extraño verse uno «abocado a la hoguera... salvo que elija la genuflexión». Si ante la disyuntiva de la teorética de Kant o los garbanzos ya resulta difícil apostar por el tal Immanuel, cuando a la citada disyuntiva se le suman largas condenas de cárcel, la defensa de la verdad y el mantenimiento de la dignidad resultan tareas de titanes o de impenitentes cabezones. Esto último es lo que debe de acontecer por estos lares.
¿A qué viene todo esto? No lo sé muy bien, son consideraciones que asaltan mi estropeada mente cuando oigo afirmaciones absolutamente vacías de argumentación y, por lo tanto, de sentido. Cuando vienen de los representantes del capital y del sistema de partidos no resultan nada nuevo. Qué van a decir los basagoitis, ares, o urkullus de turno. Lo desagradable es cuando lo escuchas en labios de gente, en principio, cercana.
Cuando en la radio oigo afirmaciones tan gratuitas como las emitidas por la independiente Uxue Barkos: «sería básico» que la izquierda abertzale oficial condenara los recientes actos de kale borroka (quema de contenedores) si «uno se quiere dedicar a la vía política», así como «positivo para la sociedad». La izquierda abertzale, corazón, más que oficial está condenada y es ilegal ¿no lo recuerdas? por dedicarse a la política «básica» por la que se constituyó.
¿Sabe la Barkos que la quema ha sido un acto de kale borroka? ¿Y con qué objeto?
La condena de la quema de un contenedor no es vía política ni básica ni elaborada, es una estupidez supina, un brindis al Sol.
Aparte del abanico de estériles condenas, no estaría de más unos cuadernillos de formación política para aquellas personas ya crecidas que nunca militaron en organización política alguna. Bien es verdad que algunos profesionales de la palabra poseen la facilidad de hilar frases con lugares comunes dando impresión de decir algo. Oratoria la llaman. Pero a la larga el vacio no llena, tan solo produce gases.
La afirmación de la diputada-concejala acerca de que con la izquierda abertzale «no caben paternalismos» es una boutade que efectivamente no deja de tener su gracia. ¿Cuándo cupieron paternalismos o maternalismos, en su caso, con la izquierda abertzale? Hace cuatro días era el victimismo de HB y el favor que el Estado le hacía con el proceso de ilegalización que, por supuesto, ella condenaba.
¿Acaso no acostumbra a jugar, la compañera/diputada, a oficiar de agente auxiliar del Inquisidor? O condenas o te condenas. O muestras sumisión o no entrarás en el club.
Cada vez que el PSN o UPN ataca a NaBai, alguno de sus portavoces se ve en la obligación de demostrar que son buenos y educados dándole leña al mono que es de goma. Paternalismos no, de acuerdo, pero chica, deja ya de joder con la pelota a los del patio cercano y pensad bien qué vais a hacer para materializar el cacareado cambio que vendéis.