Josetxu Rodríguez 2010/8/20
Irak, game over
La guerra de Irak acaba de ser finiquitada por decreto y con una mentira, tal y como empezó. El Ejército norteamericano abandona el país a la chita callando y 12 días antes de lo previsto para que no se note mucho y los paparazzis no les molesten. Se van sin dar un portazo, no vaya a ser que parte del país se venga abajo después de siete años de bombas y cañonazos que han dejado tras sí cientos de miles de muertos, entre ellos, 4.400 soldados norteamericanos. Lo que comenzó con unas armas de destrucción masiva inventadas por el codicioso presidente George Bush y sus mariachis, acaba con la falacia de que el Ejército iraquí es capaz de ocuparse de su propia seguridad. Para desmentirlo, el martes, un suicida mató con un cinturón cargado de explosivos a 40 soldados voluntarios que hacían cola para alistarse a pocos metros de una base militar estadounidense. Es lo que tienen los insurgentes, que les falta información y como no leen The New York Times no se han enterado de que ha estallado la paz. Para que la espantada no sea muy escandalosa, el presidente Obama, que necesita los votos de las familias de lo soldados tanto como unas vacaciones, deja en comisión de servicio a 50.000 efectivos que posiblemente serán mercenarios de Blackwater o similar. (...)