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Análisis | Punto final de la temporada de traineras

El verano en el que el rey de Ligas saldó las cuentas pendientes

La lucha entre Urdaibai y Orio por hacerse con el triunfo final ha deparado una de las ediciones más reñidas y excitantes que se recuerdan. La Concha, punto álgido del calendario, no defraudó.

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Ander GARTZIA

2010 será recordado como el gran año de Urdaibai, que conquistó por primera vez La Concha. Hay que destacar la gran contribución al espectáculo de Kaiku, Orio o San Juan. En lo negativo, las polémicas declaraciones de Korta, por las que la temporada acabará en los tribunales.

Las seis primeras regatas de la competición liguera, donde cinco embarcaciones diferentes alzaban sus remos en señal de victoria -Orio por partida doble, Urdaibai, Astillero, San Juan y Pedreña-, auguraban una de las temporadas más igualadas vividas desde la creación de la Liga ACT.

A pesar de que el poderío de la «Bou Bizkaia» y la «Mirotza» acabaría imponiendose con el paso de las semanas, las escaramuzas y batallas vividas en los diferentes frentes ha deparado un curso apasionante, brillante e inesperado.

En todos ellos el protagonista indiscutible ha sido Urdaibai. Los de Bermeo han cerrado un año de ensueño y han acabado imprimiendo su nombre en las páginas más doradas del remo.

No en vano, los txos se han eregido como los reyes de la Liga al coronarse por cuarta vez y se quedan a un pasito de exponer la corona en sus vitrinas de manera definitiva. Además, igualaron la proeza lograda por Astillero en 2003, cuando bajo las ordenes de José Manuel Francisco la «San José XII» se hacía con la Liga y La Concha.

Ha sido el técnico de Moaña quien ha devuelto la alegría a Bermeo. El preparador gallego ha sabido dosificar como nadie a su cuadrilla y en detrimento de un buen inicio liguero o de objetivos como el Campeonato estatal, la «Bou Bizkaia» ha llegado imparable al tramo decisivo del calendario. Mientras Kaiku arrastraba la presión de ir cumpliendo con sus deberes, empezando por un tempranero Campeonato de Bizkaia, Francisco ha ido jugando con la plantilla hasta encontrar a sus trece hombres de confianza.

Ya para el 12 de setiembre -segundo domingo de La Concha- se podía presentir una «Bizkaitarra» atenazada por la obligación de ganar, lo que a la postre minó la moral de los sestaotarras cuando Asier Arego enfilaba la trainera de Urdaibai hacia su primera victoria en Donostia.

Fue el final del breve reinado del Kaiku de los «galácticos», cuyo entrenador no encajó bien la derrota, dejando como resultado uno de los capítulos más tristes de los últimos años.

Orio hizo que la temporada fuera emocionante. El pueblo llegó a soñar con el primer título liguero de la «Mirotza», pero los guipuzcoanos se toparon con un rival que fue siempre de menos a más. En el último año como preparador de los aguiluchos, Joxean Olaskoaga, Aizperro, logró formar una cuadrilla poderosa y dieron muestras de calidad en cada una de las muchas remontadas protagonizadas a lo largo de la temporada.

Orio se amoldó rápidamente al mar abierto y ofrecieron una auténtica exhibición en popare en el escaparate mundial de las traineras. Sin embargo, la cita de Zarautz, donde habitualmente Orio empieza con su progresión definitiva, dio paso al renacer de Urdaibai.

La vuelta a la máxima competicón de los recién ascendidos es un ejemplo a seguir para los venideros. Pasai Donibane y Astillero, dos grandes clásicos de la liga, han ofrecido una gran imagen en su retorno a la élite.

Pese a que los cántabros sufrieron una desbandada después de que José Manuel Francisco se llevará bajo su brazo a cuatro piezas claves a Urdaibai, el nuevo proyecto de Jon Salsamendi ha sabido llegar a buen puerto.

Ante las muchas adversidades con las que se topó en su inicio, el nuevo técnico guipuzcoano de la «San José XII» ha sabido combinar con maestría la savia nueva llegada a la bahía santanderina con la experiencia y potencial que atesoraba otrora la «San José XIII», y el resultado ha sido inmejorable; una bandera lograda en aguas de Portugalete, sexto puesto en la Liga y quintos en la bandera de La Concha.

Mientras, en la bahía de Pasaia han vuelto a reverdecer las viejas rencillas con el regreso de los rosas a la máxima categoría. A pesar de la inexperiencia de algunos remeros en la Liga San Miguel, la cuadrilla dirigida por Igor Makazaga ha constituido de largo el equipo revelación del año y buena parte de la temporada fue una clara alternativa a la dupla de aspirantes formada por Urdaibai y Orio.

La «Erreka» obtuvo premio a su constancia y conquistó la bandera de Moaña, además de subir hasta en tres ocasiones al segundo cajón del podio. Además, nadie olvidará la ilusión y el revuelo que originó aquella exhibición de su trainera en la previa de La Concha, donde montados sobre las olas dejaron a muchos segundos al resto de tripulaciones. Terceros tras la primera jornada, bogaron en la tanda de honor para ser cuartos en la general final.

Los guipuzcoanos han terminado la Liga en tercera posición, el mejor resultado cosechado por un recién ascendido en la corta historia de la ACT. Hasta ahora los mejores debutantes habían sido Arkote y Zarautz, con sendos sextos puestos.

La otra cara de la moneda fue para Pedreña y Castro. Al inicio de la temporada, la cuadrilla de Ángel Gómez partía como una de los máximas aspirantes al título. La «Seve Ballesteros» ha contado con una tripulación de primera línea, pero su irregularidad desató los nervios y las prisas, que son malos compañeros de viaje. Aún así, están dispuestos a seguir fortaleciendo sus tostas y ya cuentan con incorporaciones de calidad para intentar dar el salto a los puestos cabeceros el año que viene.

Las aguas también bajan revueltas en Castro, donde han sido testigos de una de las peores campañas realizadas por «La Marinera». Los de Joseba Fernández no han cumplido con las expectativas y cuando parecía que El Ferrari del Cantábrico volvía por sus fueros tras la victoria aplastante lograda delante de su fiel afición, llegó la gran debacle castreña, al no ser capaces de pasar la criba en la previa de La Concha.

De entre las traineras vascas restantes, Hondarribia ha firmado una de las peores competiciones ligueras, aunque los de Orbañanos -que ha renovado como técnico- conquistaron el Campeonato de Euskadi. La «Libia» de San Pedro ahuyentó los fantasmas gracias a un arranque espléndido.

Zarautz poco pudo hacer en su intento de lograr la permanencia y tras una campaña llena de penurias ha terminado perdiendo la categoría después de cinco años consecutivos en la ACT, mientras que Zumaia se salvó en unos play offs en los que Santurtzi se ha quedado con la miel en los labios.

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