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Movimientos políticos en Euskal Herria

López sintoniza más con Eguiguren que con Rubalcaba

Las ideas de Patxi López sobre la resolución del conflicto están mucho más cerca de las que expresa Jesús Eguiguren que de las que sostiene Alfredo Pérez Rubalcaba. Pese a que el cargo del lehendakari le obliga a mantener un discurso oficial, López tiene interiorizado que la desaparición de ETA sólo será posible «de manera dialogada, como se ha hecho en todas partes del mundo, y habrá que hablar de los integrantes de la banda, de los presos, de la entrega de armas...».

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Iñaki IRIONDO | GASTEIZ

La relación entre Jesús Eguiguren y Patxi López, presidente y secretario general del PSE, es estrecha, viene de antiguo y ha sido puesta a prueba desde el principio, sin que en ningún momento hayan conseguido quebrarla. Así lo destaca a este diario fuentes del partido conocedoras de las situación interna cuando se les habla de posibles divisiones.

Eguiguren y López estuvieron en sintonía durante el anterior proceso 2005-2007, la mantuvieron cuando se rompió el alto el fuego y, según estas fuentes, siguen conservándola ahora que el primero ejerce de «vanguardia intelectual» del partido y el segundo cumple con las funciones de lehendakari.

También puede decirse que la relación de ambos con Alfredo Pérez Rubalcaba fue conflictiva desde que el hoy ministro intentó impedir que llegaran a la cabeza del PSE, porque los veía con desconfianza. Aunque una vez elegidos, López y Eguiguren consiguieron establecer una relación de confianza con José Luis Rodríguez Zapatero, no ocurrió lo mismo con Rubalcaba. La falta de química se mantuvo durante el proceso negociador y, por lo que se observa, es una situación que no han superado.

En todas las entrevistas y declaraciones en las que Jesús Eguiguren ha invitado al lehendakari a adoptar posiciones de mayor protagonismo y audacia, el presidente del PSE siempre ha destacado que todo lo que comenta en público lo ha hecho también en privado. Además, hace hincapié en que López es un hombre tranquilo, que quiere tener mayores seguridades antes de dar pasos y que todavía existen muchas incertidumbres.

En cuanto al lehendakari, cada vez que ha hablado públicamente sobre los análisis de Jesús Eguiguren ha insistido en las coincidencias, situando las diferencias en el hecho de que el presidente del PSE tiene fe en que la posición de la izquierda abertzale es sincera, mientras que a él le corresponde esperar a que las palabras se acompañen de hechos que le ofrezcan suficientes garantías para dar pasos oficiales.

«Final dialogado»

Patxi López es en la actualidad un hombre que debe ajustar sus declaraciones oficiales al cargo que detenta, pero en ambientes más informales e incluso en momentos más duros que los actuales, desde el punto de vista de la actividad de ETA, ha realizado afirmaciones que lo colocan en posiciones muy cercanas a las que Jesús Eguiguren expresa en la actualidad.

En febrero del pasado año, la periodista María Antonia Iglesias publicó un extenso libro con entrevistas a muchos políticos vascos. Entre ellas se encontraba una a Patxi López. Cuando se realizó no era todavía lehendakari, pero ETA estaba activa y ya había pasado el tiempo suficiente para hablar con cierta perspectiva tras el fracaso del proceso de 2005-2007

Sobre el fin de ETA, López sostenía que «tampoco estamos para inventar nada. Es decir, el hecho de que la violencia tendrá un final dialogado aparece ya en el Pacto de Ajuria Enea. Y es que una cosa es que ETA esté acabada o derrotada y otra es que desaparezca. Seguramente el tránsito de la derrota a la desapa- rición es el que hay que hacer de manera dialogada, como se ha hecho en todas partes del mundo, y habrá que hablar de los integrantes de la banda, de los presos, la entrega de armas...».

El tándem de San Marcos

Durante el proceso 2005-2007 y sus largos preparativos, Patxi López se mantuvo en plena comunión con Jesús Eguiguren. De hecho, fue el actual lehendakari quien en la primavera del año 2004 informó a José Luis Rodríguez Zapatero de los pasos dados durante años -comenzaron en la época de Nicolás Redondo Terreros- para poder abrir aquella oportunidad y le ofreció al presidente del Gobierno español la posibilidad de liderarla.

López y Eguiguren han trabajado de manera conjunta desde el congreso de 2002 en el que el primero fue elegido secretario general del PSE, en sustitución del dimitido Nicolás Redondo, y el segundo accedió a la presidencia del partido. Aquel tándem, iniciado en el Hostal San Marcos, en Errenteria, ganó con suficiencia el congreso. Pero además de conseguir el voto de la mayoría de los delegados, tuvo que superar varias dificultades internas, entre ellas el intento que en la misma víspera de la elección hizo Alfredo Pérez Rubalcaba para vetar que Jesús Eguiguren fuera el presidente. Patxi López, convocado con nocturnidad en la habitación de un hotel cercano al Kursaal, no se dejó convencer o amedrentar, según se prefiera.

Quien desde entonces haya seguido las decisiones adoptadas por Patxi López, y haya leído algunas de sus entrevistas más comprometidas, podrá observar que las consideraciones teóricas de Jesús Eguiguren siempre han tenido un gran peso y se han respetado.

Diferencias con Rubalcaba

Por ejemplo, López creyó en el proceso de 2005 como Eguiguren, pero él mismo ha declarado que entre quienes confiaban en aquella oportunidad no estaba Alfredo Pérez Rubalcaba. De hecho, el hoy lehendakari dejó la acusación velada de que cuando el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, metió la pata la víspera de la explosión de la T-4 anunciando un próximo año mucho mejor, todo se pudo haber debido a que el ministro de Interior cortocircuitó las sensaciones negativas que Patxi López y sus compañeros le habían transmitido y no las hizo llegar debidamente hasta la Moncloa.

Este juego de afinidades y desencuentros, que comenzó con el congreso de 2002, se mantiene todavía.

2002

Alfredo Pérez Rubalcaba intentó antes del congreso de 2002 que Patxi López renunciara a ser secretario general del PSE y, al no lograrlo, intentó por todos los medios vetar a Jesús Eguiguren como presidente. Pero tampoco lo consiguió.

UPyD propone un acuerdo para no moverse

Ante las declaraciones de Jesús Eguiguren pidiendo un protagonismo del Gobierno de Lakua y las de Iñigo Urkullu anunciando alguna «iniciativa» del PNV, el parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro, ha remitido una carta a todos los grupos del Parlamento de Gasteiz instándoles a firmar un compromiso conjunto de «mantener la unidad de los demócratas frente a ETA». El texto elaborado por UPyD «exige el compromiso firme de no emprender ningún tipo de negociación con los terroristas» y «pide que no se adopte ninguna iniciativa que favorezca el regreso de la izquierda abertzale ilegalizada a las instituciones». El partido de Rosa Díez queda a la espera de respuestas. GARA

Basagoiti pide al lehendakari que no cambie la actual política contra ETA

El presidente del PP de la CAV, Antonio Basagoiti, pidió ayer al lehendakari, Patxi López, que «no cambie la política antiterrorista» porque la actual «está funcionando y consiguiendo notables avances».

López y Basagoiti se reunieron ayer en la sede de Lehendakaritza para analizar la situación política abierta tras los últimos comunicados de ETA, esbozar los trazos generales del próximo presupuesto autonómico y hacer balance del cumplimiento del pacto PSE-PP firmado para dar estabilidad al Ejecutivo autonómico.

Según la nota oficial de Presidencia, el encuentro discurrió «en un clima cordial y de entendimiento». En el escrito se detalla que ambos «valoraron los avances conseguidos en los últimos meses en la deslegitimación social de la violencia y la conquista de nuevos espacios de libertad». Respecto a los dos últimos comunicados de ETA, dijeron haber coincidido en considerar que los anuncios «son absolutamente insuficientes y en apreciar que la apelación que hace a los llamados facilitadores internacionales encierra el intento de ganar tiempo y demorar la única decisión que exige y espera la sociedad vasca: la desaparición definitiva de ETA».

Pese a estas valoraciones conjuntas y los elogios de la unidad, en su comparecencia ante los medios Antonio Basagoiti explicó que le había trasladado al lehendakari la necesidad de «no asumir las tretas de la banda para asumir un camino internacional», y le había pedido que mantuviera la misma «línea de firmeza» en la lucha contra el independentismo y «no hacer ni caso a lo que pretenden los asesinos». El presidente del PP insistió en que en su reunión con López le subrayó que «hay que mantener la política que está funcionando» y rechazó «las mesas, las manos y las EAs».

Asimismo, afirmó que le había transmitido al lehendakari la necesidad de que «no se cuelen los de Batasuna y ETA en ningún sitio, y menos en las elecciones municipales», y que es «crucial» que se siga manteniendo la «eficacia policial y deslegitimación social» de ETA.

Desde Lehendakaritza se informó de que ambos dirigentes habían coincidido en subrayar «la unidad que se ha producido en la respuesta de la casi totalidad de las fuerzas políticas, así como la necesidad de mantener la política de firmeza y `tolerancia cero' que vienen desarrollando las instituciones democráticas, hasta conseguir el fin de la violencia». GARA

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