Cumbre de Naciones Unidas
Líderes mundiales revisan y buscan cómo impulsar el «fiasco» de los ODM
Los líderes mundiales revisan y debaten la forma de impulsar el compromiso adoptado hace diez años para erradicar el hambre y la pobreza extrema, entre otros Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) que se encuentran lejos de alcanzar cuando restan cinco años para que se cumpla el plazo marcado. Ban Ki-moon llamó a la voluntad política y las inversiones para hacer realidad esas metas, que algunos ya han calificado de «fiasco».
GARA | NUEVA YORK
Jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo se reúnen entre ayer y mañana en la sede de la ONU en Nueva York en la cumbre de revisión de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), para dar un repaso al compromiso asumido en 2000 por 189 países para combatir el hambre y la pobreza, mejorar la educación y la igualdad de género, disminuir la mortalidad infantil y materna, combatir el sida, garantizar la sostenibilidad ambiental y crear una alianza mundial para el desarrollo. Ninguna de estas metas se ha cumplido.
Unos objetivos, principalmente el de reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, la extrema pobreza y el hambre, que se han visto frenados e incluso revertidos por la crisis económica mundial, que ha afectado duramente a las economías de más de cincuenta países en vías de desarrollo.
Durante su discurso de apertura, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, insistió a los participantes en que para hacer realidad esas metas se necesitan, además de inversiones, voluntad política de ayudar a los países más vulnerables. «No hay un proyecto global que merezca más la pena» que lograr los ODM en 2015, afirmó Ban, que agregó que «el tiempo apremia y queda mucho por hacer».
Ban admitió que hay «resultados reales» en algunos aspectos, como el acceso a educación o al agua potable, según recogió Efe, y «verdaderas historias de éxito. El impacto de los ODM es innegable, pero hay que protegerlos porque muchos de ellos son aún frágiles». Por ello, animó a los mandatarios a ser fieles a sus compromisos con la comunidad internacional para «terminar con las condiciones inhumanas de la extrema pobreza».
Ban pidió a los estados más ricos que «no se echen atrás» para cumplir sus compromisos de ayuda al desarrollo, y recordó a los que están en desarrollo que ellos también, incluso los que ya han obtenido progresos, «tienen que abordar asuntos como la desigualdad, que es la que devora la cohesión social».
En cuanto al impacto de la crisis económica sobre el logro de los ODM, indicó que «la recuperación no significa volver al camino injusto y equivocado que nos llevó a estos problemas», al tiempo que subrayó que hay que hacer «inversiones inteligentes en infraestructuras, agricultura y servicios sociales, pero sobre todo en las mujeres y las niñas».
El presidente de la Asamblea General, el suizo Joseph Deiss, subrayó que «la crisis económica y financiera ha debilitado los logros, pero los decenios de fuerte crecimiento previos revelan el fuerte potencial de la economía mundial», y agregó que para lograr el éxito en los ODM «hay que actuar juntos».
Más pobres
Pero a causa de la crisis financiera, el número de pobres ha aumentado en 215 millones y se estima que para finales de este año otros 64 millones de personas se sumarán a esa cifra, según el informe de 2010 del Grupo de Trabajo sobre el Desfase en el logro de los ODM.
Por su parte, un informe de Naciones Unidas revela que la cantidad de personas que viven actualmente por debajo del umbral internacional de la pobreza ha descendido de 1.800 millones a 1.400 millones entre 1990 y 2005, y que la proporción de personas que viven en la pobreza extrema ha pasado del 46% al 27%. Unos datos conseguidos gracias, sobre todo, al «extraordinario avance» logrado en Asia oriental, mientras que «el progreso en la reducción de la pobreza extrema ha sido escaso en África subsahariana».
En cuanto al hambre, el mismo informe advierte de que, aunque desde los 90 se ha reducido el porcentaje de personas desnutridas,entre 2005 y 2007 había alrededor de 830 millones de personas con hambre en el mundo, 13 millones más que entre 1990 y 1992. Además, según el Grupo de Trabajo sobre el Desfase, la crisis ha aumentado en 41 millones el número de malnutridos en el mundo.
El relator especial de la ONU sobre el derecho de alimentación, Olivier de Schutter, declaró el viernes que «actualmente en el mundo hay cien millones de hambrientos más que hace diez años, cuando se adoptaron los ODM» y denunció que los Objetivos han resultado un «fiasco», porque sólo se han afrontado los «síntomas de la pobreza», se han ignorado «las causas profundas del subdesarrollo y del hambre», como la deuda, la desigualdad comercial o los paraísos fiscales, y se han centrado en objetivos «meramente estadísticos».
Por lo que respecta a la mortalidad infantil, ésta ha caído un tercio pero «casi nueve millones de niños mueren todavía cada año antes de cumplir cinco años» y sólo diez de los 67 países con altas tasas de mortalidad están en camino de cumplir lo previsto en los ODM. En cuanto a la mortalidad materna, que disminuye «muy lentamente», se estima que más de 350.000 mujeres cada año por complicaciones en el embarazo o el parto. Los mayores índices siguen dándose en el África subsahariana.
Otro informe presentado en Nueva York con motivo de la cumbre sobre los ODM pone de manifiesto que invertir en energía verde, transporte sostenible, bosques y agricultura respetuosa con el medio ambiente es esencial si se quieren conseguir los objetivos internacionales para reducir la pobreza.
Entre sus conclusiones, destaca que la degradación ambiental está haciendo más difícil para los gobiernos conseguir ODM como la mejora de la salud materna, la provisión de agua potable y el combate del hambre y las enfermedades.
No obstante, recoge que algunos países y comunidades están descubriendo que mejoras ambientales, catalizadas a través de elecciones políticas deliberadas, inversión inteligente y alianzas con el sector privado, pueden ser parte de la solución.
En esta la cumbre se espera que la Unión Europea se comprometa a aportar mil millones de dólares (760 millones de euros) hasta 2015 para garantizar el cumplimiento de los ODM y el Banco Mundial, 750 millones de dólares para educación, y se esperan también anuncios de nuevas ayudas de otros organismos internacionales.
Nuevos impuestos
En este sentido, se discutirá la imposición de un nuevo impuesto sobre las transacciones financieras o sobre los billetes de avión, medidas que será difícil sacar adelante por la oposición, entre otros países, de EEUU. El Estado francés ha sido pionero en la materia al imponer un impuesto solidario sobre los billetes de avión -un euro en el caso de vuelos interiores y de dos euros para los internacionales-, algo que fuentes del Gobierno español descartaron promover esa tasa como vía de financiación a pesar de que durante la cumbre otras fuentes habían manifestado lo contrario.
El sistema implantado por París, junto a otra docena de países, según apuntaron las fuentes del Ejecutivo español a Efe, ha permitido recaudar 160 millones de euros anuales para el desarrollo.
El primer presidente europeo en intervenir, Nicolas Sarkozy abogó por imponer un nuevo impuesto que grave las transacciones financieras, con la intención de que sirva para financiar la ayuda al desarrollo, una idea que también defendió su homólogo español así como la ONG Médicos sin Fronteras.
«¿Por qué esperar?», preguntó Sarkozy, en relación a una medida defendida por algunas de las principales potencias y que forma parte de la intención de buscar «fuentes de financiación innovadoras». «La banca se ha globalizado», recordó el presidente galo, quien apuesta por que el sector financiero también se sume al deseo global de «estabilización del mundo».
Los líderes mundiales adoptarán mañana un documento elaborado las últimas semanas en el que se subraya que lograr los ocho objetivos en 2015 es todavía algo que se puede alcanzar, pero admite también que hay muchos retrasos en algunas áreas.
Invertir en energía verde, transporte sostenible, bosques y agricultura respetuosa con el medio ambiente es esencial si se quieren conseguir los objetivos internacionales para reducir la pobreza, según un informe presentado ayer.
Los 17 países que producen el 80% de las emisiones de carbono responsables del calentamiento global intentarán reanudar las estancadas negociaciones sobre el cambio climático esta semana, aunque los analistas esperan pocos avances.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, planteó ayer crear un Banco del Sur que aglutine a países de Sudamérica, África y Asia «que sufren por la pobreza» y que permita administrar sus recursos mediante una entidad financiera ajena a los países desarrollados, que no imponga condiciones y ajustes estructurales. Abogó por romper la «dependencia» del FMI y del Banco Mundial, y recordó que Bolivia no avanzó en su desarrollo «cuando estaba sometida a las recetas y políticas de ajuste impuestas por estos organismos financieros». Afirmó que el objetivo de destinar el 0,7% del PIB de las economías ricas a la ayuda al desarrollo es el pago de «una deuda con el sur». GARA
En su recién estrenado papel de segunda potencia económica mundial, China acudirá a la LXV Asamblea General de Naciones Unidas con la petición de un mayor protagonismo para los países en vías de desarrollo y la defensa de su política monetaria ante EEUU.
«La globalización económica es cada vez más veloz. Sin embargo, la recuperación está siendo lenta, con múltiples desequilibrios, y retos como el cambio climático y los conflictos regionales que hacen que la situación socio-económica mundial sea más compleja», señaló el viceministro de Asuntos Exteriores Liu Zhenmin al anunciar la asistencia del primer ministro, Wen Jiabao, a la reunión, que se celebra el jueves.
En este contexto, «los países en desarrollo esperan una mayor atención y un papel más importante en el seno de la ONU», agregó el funcionario sobre la reunión de Nueva York, en la que la ONU intentará afianzar su credibilidad y utilidad.
Wen tiene previsto mantener más de 20 reuniones tanto durante esa reunión como durante la cumbre sobre los ODM, que arrancó ayer. El jueves, Wen se reunirá con al presidente de EEUU, Barack Obama, informó Efe.
China seguirá defendiendo su postura de «país en desarrollo», consciente de los desequilibrios que entraña su compleja economía, por lo que los analistas esperan que vuelva a blindarse a las peticiones de EEUU de revaluar su moneda, el yuan, una exigencia recurrente en vísperas de elecciones en Washington.
Se espera que Wen justifique el posible fracaso de China en reducir su consumo energético y sus emisiones con el escudo de su plan anticrisis, que se centró en activar las contaminantes industrias pesadas y las infraestructuras.
Además, China defenderá su papel de impulsora del desarrollo de los países más desfavorecidos en plena crisis, con una inversión exterior que aumentó un 1,1% en 2009, cuando la media mundial se hundía un 43%, según datos del Banco Mundial. GARA