Tras tres jornadas con sensaciones contrapuestas, el Athletic confía en dar el paso definitivo ante el Mallorca. Es decir, repetir la actuación que protagonizó en El Molinón, pero refrendándola con su primera victoria de la temporada en San Mamés.

Y no es cuestión exclusiva de fortalecer las ilusiones que pudiera haber creado el juego desplegado ante el Sporting. La temporada es larga, pero la falta de puntos ataca al sistema nervioso en cualquier momento del año. Con los encuentros ante Barcelona y Valencia a la vuelta de la esquina, la visita del Mallorca a San Mamés gana considerablemente en importancia.

Además, con la excepción de los dos galácticos y algún otro equipo de campanillas, ahora mismo todos los equipos son rivales directos. El último tramo del campeonato decidirá, pero este primero ya define los campos de batalla en los que se moverá cada uno. Y es evidente en cuál quiere pelear el Athletic.

También el Mallorca, especialmente enrabietado después de que la pésima gestión de sus dirigentes le dejase sin caramelo europeo, aunque el rendimiento del equipo balear es toda una incógnita. Ese mismo desastre económico ha provocado una desbandada en la plantilla -entre seis de los jugadores que han hecho las maletas, encabezados por Aritz Aduriz, anotaron más de la mitad de los goles del equipo la pasada temporada-, que no ha podido reforzarse en la misma medida. Así que toca acoplar un equipo renovado y, en principio, de menos kilates.

Dudas

Y que llega a San Mamés sin Corrales ni Ayoze, lesionados, y con uno de sus principales jugadores, el Chori Castro, en duda.

También hay dudas respecto a los planes de Joaquín Caparrós, que no repetirá el once que se enfrentó al Sporting. Igor Gabilondo, además de Ion Vélez y Mikel Balenziaga, se ha quedado fuera de la convocatoria, así que al menos hay un cambio asegurado en la formación titular.

Su sustituto podría ser Iker Muniain -una de las novedades de la lista, junto al igualmente recuperado David López e Iñigo Pérez-, aunque Óscar de Marcos y Markel Susaeta también tienen opciones de jugar de inicio.

Sean quienes sean los elegidos, Joaquín Caparrós tiene claro qué pedirles. «Meter mucho ritmo, mucha intensidad e ir a buscar el partido». Si es jugando como el sábado, mejor, aunque el técnico avisa: «El planteamiento siempre es el mismo, pero cada rival es distinto. Y aún contra el mismo rival, no hay dos partidos iguales».