ZINEMALDIA
Premio Donostia a una «valiente, versátil y afortunada» Julia Roberts
En una de las galas más multitudinarias que habrá conocido el Kursaal donostiarra, Julia Roberts recibió ayer el Premio Donostia de la mano de su compañero de reparto en «Come, reza, ama» Javier Bardem. La actriz, que revolucionó la ciudad desde su llegada el domingo por la noche, tuvo palabras de agradecimiento para Bardem, para Donostia y para su marido y confesó que ha sido una mujer afortunada a lo largo de su vida.
M. LARRINAGA - A. ARRUTI | DONOSTIA
Sonriente como siempre, Julia Roberts brilló ayer con luz propia en un Kursaal lleno hasta la bandera. La actriz estadounidense (Georgia, 1967) recibió el Premio Donostia en reconocimiento a su carrera, «por los maravillosos personajes interpretados y por los muchos que le quedan», apuntó Javier Bardem, compañero de reparto en su última película («Come, reza, ama») y encargado de entregarle el galardón. «He sido una mujer afortunada a lo largo de toda mi vida», exclamó Roberts. «Quiero dar las gracias a San Sebastián. Es la ciudad en la que más entusiasmo se respira de todas las que he visitado», añadió.
Bardem la definió como una mujer «valiente y arriesgada. Que se tira sin red y vuela muy alto». Destacó su versatilidad como actriz, «capaz de interpretar todo tipo de géneros sin esfuerzo. Ella, simplemente, los borda», y también sus cualidades como amiga, «es muy generosa, muy divertida. Es alguien que te hace reafirmarte en ti mismo».
Los dos actores se conocieron rodando su última película. ««Come, reza, ama» ha sido una experiencia que ha cambiado mi vida -confesó Roberts-. He trabajado más duro de lo que había trabajado en una década. He hecho amigos que durarán toda la vida. Ha sido increíble interpretar este papel». La actriz quiso hacer un último agradecimiento a su marido, «que siempre ha sido el mayor aliento y apoyo en mi vida, que siempre me ha alentado a brillar lo más posible».
Conocida mundialmente por su interpretación en «Pretty Woman» (1990) junto a Richard Gere -quien recibió el mismo galardón en 2007-, y por la que recibió una nominación a los Óscar, Roberts ha participado en casi cuarenta películas. Entre ellas se encuentran «Hook», «La boda de mi mejor amigo», «Erin Brokovich» (por la que consiguió el Óscar a la mejor actriz), «The Mexican», «Ocean´s eleven» y «Ocean´s twelve» o «Closer».
Con un vestido negro y el pelo suelto, la actriz llegó a la gala diez minutos antes de las nueve, donde los fans la esperaban desde tres horas antes. De la mano de Bardem, paseó primero por la carretera y después se adentró por la alfombra negra, saludando a todo un mundo congregado tras las vallas.
Fans en masa
Al mediodía la gente ya esperaba ansiosa a las puertas del hotel María Cristina. Entre un estricto cordón de seguridad, el hall era zona prohibida para todo aquel ajeno a las estrellas. Incluso a los lados habilitados para los medios gráficos seguían un riguroso control.
Entre la multitud, una pareja exhibía un retrato hecho a carboncillo de la famosa actriz junto a un cartel que en inglés decía: «Julia, esto es un regalo para ti». La hora prevista para su salida eran las 13.55 pero, conforme transcurría el tiempo, nadie bajaba por las mediáticas escaleras del hotel y el nerviosismo se adueñaba de los seguidores, temiendo que hubiese salido por la puerta trasera. «La novia de América» apereció, por fin, con una minúscula falda y un retraso de 25 minutos.
En el instante en el que se cerraron las puertas de los siete coches oficiales, la masa corrió hacia el Kursaal donde estaba convocado el photocall del film.
Expectación mediática
«En todos los contratos que hago los hombres tienen que ser unos satélites. Y esto parece estar funcionando», bromeó la actriz durante la abarrotada rueda de prensa en el Kursaal, en la que varios periodistas reservaron sitio dos horas antes e incluso hubo quien se quedó fuera. Roberts se mostró muy cercana, con su característica sonrisa por la que es admirada mundialmente. «Es curioso que te aprecien por algo que no sea una destreza y que no puedas desarrollar», contestó a la pregunta que, según dio a entender, respondía por enésima vez.
Roberts evitó, en todo momento, las preguntas más personales, incluso defendió a Bardem con un «cuidado...» vacilón, cuando la prensa rosa intentó sacar algo al actor.
La estadounidense negó sentirse encasillada. «Creo que he tenido una buena diversidad de papeles». Tal como lo hizo en «Erin Brokovich», por la que fue galardonada como mejor actriz en los Óscar, los Globo de Oro, los BAFTA y en los premios del Sindicato de Actores, Roberts interpreta a un personaje real, a Elizabeth Gilbert, una escritora que se tomó un año sabático tras divorciarse. A la hora de interpretar, «creo que se asume una gran responsabilidad pero es mucho mejor desde el punto de vista de la documentación, no necesitas tanto de imaginación».
«Come, reza, ama» muestra a la escritora Gilbert en sus exóticos viajes, en los que experimenta el placer de comer en Italia, el poder de la oración en la India y la paz interior y el equilibrio del amor en Bali.
«Trabajar en Europa es mucho más difícil, más que nada por los idiomas. En EEUU eres un extranjero más y puedes hacer muchos más personajes», explicó ayer Javier Bardem. El actor canario interpreta en «Come, reza, ama» a Felipe, un brasileño divorciado que viaja a Bali junto a su hijo adolescente en busca de equilibrio en el amor. Bardem guarda, además, una estrecha relación con Brasil, ya que, según contó, estuvo allí durante dos meses cuando tenía 20 años. En la rueda de prensa que ofreció junto a sus compañeros de reparto Julia Roberts y Richard Jenkins, y el director de la película, Ryan Murphy, explicó que ahora mismo le llegan más ofertas interesantes desde fuera. «Lo que importa es el personaje, cómo lo dices -en alusión al acento-», añadió. Ejemplo de ello, adelantó que su próxima película la realizará con Terrence Malick, a quien definió como «un maestro, un poeta visual y un humanista». El director de la película, Ryan Murphy, quien también ha trabajado en el guión, explicó que «mandé el primer borrador a Liz Gilbert y le gustó. Desde el primer momento vimos la obligación de que ella participara y se implicó muchísimo en la película». Murphy aclaró que la escritora le contó muchas cosas que no están incluidas en el libro pero sí en la película, como es el caso en el que Felipe llora al despedirse de su hijo. A. A.