La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, instó a los habitantes de Bosnia-Herzegovina a protagonizar «un segundo impulso» para superar las querellas comunitarias y avanzar en la integración en la UE y en la OTAN.

Clinton reconoció, en un discurso ante estudiantes en el Teatro Nacional de Sarajevo, el impasse en el que se haya este país, desguazado en los acuerdo de paz de Dayton patrocinados por EEUU hace 15 años, casualmente cuando estaba presidido por su marido, Bill Clinton.

La jefa de la diplomacia estadounidense señaló que, aunque «la presión internacional tiene un papel que jugar, a final de cuentas, son los pueblos los que deben arreglar sus cuentas».

Clinton se reunió con la presidencia colegiada saliente y también se encontró con el recién elegido miembro bosnio de la nueva presidencia, Bakir Izetbegobiv, y con el presidente del ente serbio de Bosnia (República Srpska), Milorad Dodic. Aprovechó este último encuentro para advertir de que EEUU se opone a «toda secesión o amenaza de secesión».

Dos visiones

Los analistas bosnios esperan que la visita de Clinton sea la señal de un mayor compromiso de EEUU para superar los cuatro años de parálisis política, una vez que se han celebrado las elecciones.

Por contra, los serbios de la República Srpska insisten en expresar sus sospechas de que EEUU podría presionar para forzar la reunificación.