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La visita al Levante abre una fase del calendario idónea para tomar aire

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GARA | DONOSTIA

Aunque el fútbol, es uno de sus encantos, resulta imprevisible, la visita al Levante abre una fase del calendario que parece idónea para que la Real tome aire. Deportivo, Málaga, Racing y Hércules serán los próximos rivales de la escuadra donostiarra que, como destaca Joseba Llorente, debe mentalizarse especialmente frente a adversarios de estas características.

«No me gusta decirlo así, pero es una fase con partidos de nuestra Liga -aseguró el hondarribitarra-. En los que de verdad hay que sumar porque eso quiere decir que ellos no suman y ya son tres de diferencia. Y a final de temporada, igual todo se decide por un punto, por dos, por el golaverage... Ahora parece muy lejano, pero todo lo que sea sumar y que no sumen ellos... Hay que intentar ir dejando equipos por debajo».

Empezando por el Levante, que llega a la cita en racha -tras perder en las tres primeras jornadas, ante otros tantos gallos, ha sumado cinco puntos en las tres posteriores, incluyendo su empate frente al Real Madrid- y que, de hecho, superará a la Real en la clasificación en caso de victoria. Por eso Llorente cree que hay que afrontar el choque como una final. «No va a haber 400 cámaras como contra el Real Madrid, sólo habrá dos, pero sigue valiendo tres puntos. Y tampoco parece lo mismo jugar un sábado a las diez que un domingo a las cinco, pero nosotros tenemos que ir a muerte, mentalizarnos desde ya que tenemos que ir a morir, a dejarlo todo». «Para nosostros es una obligación, es una final -insistió-, aunque todos son finales. Pero a Levante especialmente tenemos que ir como si fuera una final, porque va a ser un equipo que va a estar cerca de nosotros y tenemos que sumar y que no sumen ellos».

El ariete, además, no puede evitar pensar a un plazo algo más largo. «Si ganas estás con diez puntos, viene el Depor en sábado a las diez... Puede ser una ola buena para mirar algo más arriba y no estar en esas posiciones que te obligan tanto».

Recuperado y con hambre

En lo que respecta a su situación personal, Llorente se confesó «a gusto porque ya llevo dos semanas entrenando bien, entreno con chispa, me puedo tirar al suelo, pelear balones...».

Y sobre todo, se confesó con hambre. «Con hambre de gol, de jugar, de ganar... Con hambre de todo», reconoció, aunque no hay exigencias. «Decidirá el míster -zanjó-. No es fácil, porque Raúl anda bien, pero para eso es para lo que venimos a trabajar cada día. El míster decidirá y si son veinte minutos, veinte; si es media hora, media hora; si es de inicio, de inicio... Y a tope con lo que nos pida el míster», insistió.

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