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Llega el ansiado �d�a D� para los 33 mineros atrapados al norte de Chile

La mina San Jos�, en la regi�n de Atacama, estaba ayer a rebosar de gente ante el inminente rescate de los 33 mineros atrapados desde el pasado 5 de agosto. Al cierre de esta edici�n, a�n no se hab�a iniciado el operativo, pero el presidente chileno, Sebasti�n Pi�era, apunt� que arrancar�a al inicio de la madrugada de hoy -hora de Euskal Herria-. Se estima que las labores se prolonguen entre 36 y 48 horas.

Ruben PASCUAL |

Han tenido que pasar m�s de dos meses, pero los 33 mineros bloqueados en la mina San Jos� de Copiap� (norte de Chile) comenzar�n a reunirse con sus familiares a partir del d�a de hoy, como colof�n a una operaci�n de rescate sin precedentes.

Al cierre de esta edici�n, a�n no se hab�an iniciado las labores para extraer a los trabajadores. El presidente de Chile, Sebasti�n Pi�era, quien lleg� a Copiap� para seguir in situ el fin de la odisea de los mineros, situ� el inicio de este operativo en las 20.00, hora local [1 de la madrugada de hoy en Euskal Herria].

Se estima que se necesitar�n entre 36 y 48 horas para el rescate de los 33 operarios, ya que se necesitar�a alrededor de una hora para extraer a cada uno.

En el Campamento Esperanza, un pueblo que creci� a la espera de estos �33 h�roes� de la mina San Jos�, 800 kil�metros al norte de Santiago, donde los mineros quedaron atrapados tras un derrumbe el pasado 5 de agosto, el ambiente era de fiesta tras una sucesi�n de noticias que mostraron que todo marchaba seg�n lo previsto. Ayer, la multitud esperaba con ansias los resultados finales de la operaci�n.

�He dormido poco. Me acost� a las 4.30 y me he levantado a las 6.00. El estr�s y la angustia son grandes�, declar� Alberto Segovia apenas unas horas antes de que comenzara la operaci�n para extraer a los trabajadores de la mina.

Su hermano Dar�o est� tambi�n agitado en el fondo de la mina de oro y cobre, donde permanece bloqueado junto a sus 32 compa�eros.

��l est� bien, pero est� un poco nervioso. Ayer lo vi a trav�s de una pantalla por el cumplea�os de un amigo y las manos le temblaban un poco. Todos parec�an estar bien�, agreg�.

�Yo lo espero ansiosa, nunca hab�amos estado separados tanto tiempo�, contaba, por su parte, la esposa del minero Claudio Y��ez, resumiendo un sentimiento generalizado.

A medida que se acercaba la Hora H, aumentaba el nerviosismo sobre el operativo final, que incluye el ascenso a trav�s del ducto en una c�psula de 4 metros de alto y 450 kilos de peso para subir el equivalente a un edificio de 250 plantas.

Prudencia

La expectativa, in crescendo entre los familiares y una opini�n p�blica sobreinformada, fue contrarrestada por la prudencia del ingeniero jefe del rescate, Andr� Sougarret, quien advirti� sobre los riesgos que entra�a esta operaci�n.

�Siempre hay riesgo al transportar personas en un sistema vertical�, indic� ayer Sougarret, en la rueda de prensa que diariamente ofrece en la mina.

�El riesgo tiene que ver con la ca�da de rocas y que alguna de las c�psulas se atasque. Pero tenemos mecanismos para desatorarlas�, aclar�.

El ministro de Salud, Jaime Ma�alich, apunt� que el mayor riesgo reside en que los atrapados sufran un ataque de p�nico durante el ascenso.

�Esto se puede producir porque subir�n en un veh�culo que se desplaza por roca viva y cuyo flujo no es sim�trico, adem�s soportando vapor de agua con una temperatura de 30 grados�, agreg� Ma�alich.

Los mineros ser�n izados a la superficie provistos de ox�geno, equipo de comunicaci�n y arneses de alta tecnolog�a que miden los signos vitales de cada uno de ellos. Tambi�n tendr�n ropa de material especial, guantes, agua y gafas oscuras para que no sufran da�os oculares tras haber pasado tanto tiempo en la oscuridad.

Para minimizar el riesgo de ca�da de rocas, se decidi� revestir el ducto con un tubo met�lico en los primeros 96 metros, aunque un problema en uno de esos tubos oblig� el lunes a detener las tareas de encamisado en los 56 metros.

A pesar de eso, el mismo lunes se hicieron pruebas con la c�psula, que subi� y bajo varias veces con �xito, seg�n el ministro de Miner�a, Laurence Golborne, quien estar� a cargo del operativo de rescate.

De cualquier modo, hay un mecanismo previsto en caso de que la c�psula se trabe: el minero puede activar una palanca que separa las partes superior e inferior de la jaula. Esa parte inferior, con el minero bien sujeto por su arn�s, desciende hasta el fondo mientras se soluciona el problema.

Las dificultades previstas para el ascenso llevaron a escoger a los m�s h�biles entre los primeros que vayan a salir porque ellos pueden ir reportando los �sobresaltos� y, de esta manera, ir avisando a sus compa�eros.

Seg�n explic� el comandante del Ej�rcito chileno Renato Navarro, quien participa en el operativo de rescate final, los primeros en salir �no son necesariamente los m�s j�venes, pero si los m�s h�biles�.

�Ellos podr�n decir c�mo fue el viaje desde el punto de vista de un minero. Si al principio se siente un ruido enorme o al final, para avisarle a los dem�s y que est�n tranquilos�, a�adi�.

Posteriormente saldr�n los m�s d�biles y finalmente los m�s fuertes. Para ayudar a los mineros, bajar�n a su encuentro tres socorristas.

Las autoridades se empe�aron en preservar en secreto el orden de ascenso. Sin embargo, una fuente gubernamental filtr� que el primero en abandonar la mina ser�a Florencio �valos, de 31 a�os, quien fue elegido por su habilidad y por combinar juventud y experiencia.

Tras �l, deb�a ascender Mario Sep�lveda, de 39 a�os. El tercer lugar le fue asignado a Carlos Mamani, de 23 a�os. Mamani, de origen boliviano, era el �nico extranjero entre los 33. El presidente de Bolivia, Evo Morales, deb�a llegar durante �la noche o la madrugada� [entre la madrugada y la ma�ana de hoy en Euskal Herria] a la mina para seguir las operaciones de rescate, seg�n confirm� el presidente Pi�era durante su intervenci�n.

Cada minero que vaya saliendo -ser� anunciado con una sirena luminosa y sonora- ser� recibido por m�dicos que dar�n asistencia en una carpa al pie del ducto. Despu�s, pasar�n a unos m�dulos especiales, donde podr�n reunirse con dos o tres familiares.

Desde all�, ser�n trasladados en helic�ptero a una base militar -en un trayecto de unos 12 minutos de duraci�n- en Copiap�, a 45 kil�metros de all�, y luego recorrer�n los 300 metros que les separan del hospital estatal de la ciudad.

Intimidad

Al mismo tiempo que Copiap� se vest�a de gala para el recibimiento, los 33 mineros agradecieron la cobertura que los medios han hecho durante estos dos meses. No obstante, y sabedores de la presi�n medi�tica a la que ser�n sometidos, pidieron �paciencia�.

Los mineros �tienen mucha fuerza, mucho coraje y muchas cosas que contar, pero que primero les permitan disfrutar de sus familias, y les permitan tener largos abrazos con sus esposas, hijos y nietos�, transmiti� Alejandro Pino, quien imparti� clases de oratoria para enfrentar a la prensa.

4.000 personas

Unas 4.000 personas, en su mayor�a allegados de los mineros atrapados y periodistas llegados de todo el mundo, se agolparon en las inmediaciones de esta mina del desierto de Atacama para seguir en directo la culminaci�n un operativo de rescate sin precedentes.

escasa seguridad

Allegados de los mineros denunciaron ayer que lo sucedido �no fue un accidente, sino un crimen� debido a la falta de medidas de seguridad. La empresa San Esteban, que opera en San Jos�, fue sancionada 42 veces entre 2001 y 2010 por sus deficiencias.

no son los �nicos

Durante los �ltimos siete a�os, tres trabajadores han fallecido mientras trabajaban en este yacimiento, y otro m�s, Gino Cort�s -a quien se entrevista junto a estas l�neas-, perdi� una pierna.

Gino Cort�s: �San Jos� es la peor mina en la que me toc� trabajar�

Gino Cort�s es minero. El pasado julio, tuvo un accidente en el yacimiento San Jos�, a consecuencia del cual perdi� parte de una pierna. Se muestra �contento� por estar vivo y por el inminente rescate de sus 33 compa�eros. Sin embargo, confiesa a Efe que se siente �abandonado� y con �temor�.

Lejos de las c�maras que invaden el Campamento Esperanza, donde aguardan los familiares de los mineros desde el pasado 5 de agosto, Cort�s sigue por televisi�n los preparativos para el inminente rescate de sus compa�eros, protagonistas de una historia que ha atra�do los focos de la prensa mundial.

�Yo tambi�n estoy contento, porque sal� con vida�, asegur� el trabajador, que se aferra a su familia para afrontar con ayuda sicol�gica una incipiente depresi�n.

Aunque tambi�n se mostr� �contento� por el rescate de sus compa�eros, se siente �abandonado, en cierto sentido, por todas las ayudas que les han dado� a ellos, mientras a �l lo �han dejado de lado�.

Se declar� orgulloso de que sus compa�eros, a los que conoc�a casi en su totalidad, pudieran sobrevivir los primeros d�as �sin enloquecer adentro, a pesar de no tener ninguna noticia del exterior�.

Gino Cort�s sali� con vida de un accidente que bien pudo hab�rsela arrebatado, seg�n relat� en su casa, una humilde construcci�n alquilada que se levanta en uno de los cerros de Copiap�

Este trabajador de 40 a�os perdi� parte de la pierna izquierda cuando el pasado 3 de julio, mientras se dirig�a a pie a descansar al refugio donde ahora se encuentran atrapados los 33 , se le vino encima una roca de dos toneladas que le lleg� a rozar la espalda.

Ese accidente le dej� en una precaria situaci�n econ�mica e incapacitado de por vida para volver a ejercer su oficio.

Seg�n dijo, el Gobierno no se ha ocupado de su caso, los due�os de la mina tan siquiera le han llamado y ahora subsiste con una pensi�n de 300.000 pesos -600 d�lares- con la que tiene que alimentar a su mujer y a sus tres hijos, la m�s peque�a nacida el pasado 1 de setiembre.

Ahora, Cort�s ve con �temor� su futuro y s�lo espera que esto sea �una lecci�n� para mejorar la fiscalizaci�n de estas empresas.

�Con una fiscalizaci�n legal, esta mina no hubiera estado funcionando�, indic� Cort�s, quien dej� entrever que la empresa sobornaba a los responsables de realizar esos controles. �De ah� para atr�s todos tienen algo de culpa�, afirm�.

En su caso, el lugar en el que cay� la roca �ten�a que estar fortificado, y no lo estaba�.

Relat� que sus compa�eros le auxiliaron y, con una camiseta hecha trizas, le hicieron un torniquete para que no perdiera m�s sangre. �No perd� el conocimiento en ning�n momento y s�lo me propuse llegar vivo al hospital�, se�al�.

Su historia pas� inadvertida y no fue hasta un mes despu�s, tras el derrumbe que atrap� a 33 de sus compa�eros, cuando se evidenci� la falta de medidas de seguridad de esa mina, con escasa ventilaci�n y sin ninguna v�a de escape.

��sta fue la peor mina en la que me toc� trabajar�, asegura este obrero, con diez a�os de experiencia a cuestas y que llevaba un a�o y medio en San Jos�.

Cort�s inici� acciones penales contra los due�os de la mina y despu�s emprender� una acci�n por la v�a civil para reclamar una indemnizaci�n econ�mica. GARA

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