Gasteiz se asoma a doce mundos con un Periscopio que resiste
El festival Periscopio de Gasteiz abre hoy su quinta edición. Doce exposiciones componen la mirada poliédrica al fotoperiodismo actual, una ventana abierta al mundo. A través de ella, en ocasiones imágenes que no quisiéramos ver, como la «incómoda» World Press Photo, y en otras repasos a hechos recientes: el éxodo de Kurdistán, las concubinas en China o el coste humano de la guerra. Un total de 728 imágenes a ver hasta el 9 de diciembre.
Itziar AMESTOY | GASTEIZ
Con un oscuro horizonte, el fotoperiodismo vuelve a convertirse en protagonista este otoño en Gasteiz. Lo hace, como viene haciéndolo los últimos cinco años, gracias al festival Periscopio, que abre hoy sus puertas. Como muestra de la difícil situación que atraviesa la disciplina, el título escogido por el director del certamen, Paco Valderrama, para introducirlo: «Resistiendo».
Aun así, la edición que arranca hoy y que estará en la capital alavesa hasta el 9 de diciembre regresa con calidad. Aunque parezca una fecha lejana, seguro que más de uno acaba visitando alguna de las exposiciones el último día; y es que las 728 imágenes que componen la muestra requieren su tiempo.
La exposición principal regresa a la sala de la Fundación Caja Vital, y lo hace esta vez repasando «El oficio de mirar». Las 120 fotografías son obra de César Lucas, «un trabajador de la fotografía» que ha retratado, en sus cincuenta años en activo, la historia más cercana. Esta exposición sirve a la vez para conocer los entresijos del oficio y para repasar los acontecimientos del último medio siglo. Tal y como remarcó Valderrama en la presentación que tuvo lugar ayer, «Cesar vive la historia y nos la está contando».
Lucas, por su parte, se mostró muy halagado, ya que la exposición principal ha incluido, en el lugar que ahora ocupa él, a maestros como Robert Capa o Isabel Muñoz. Respecto a su carrera, se presentó como lo que es, un trabajador, con una «suerte»: «Mi vida profesional, más que oficio es mi pasión». Una pasión que no pudo contener ni en la rueda de prensa, ya que en un momento echó mano de su cámara y retrató a los periodistas y fotógrafos presentes. Sobre el contenido de «El oficio de mirar» apuntó que son el resultado de una carrera de mucha duración en la que no se ha especializado nunca, por lo que recorre aspectos muy variados. Respeco al aspecto común de los 120 trabajos, sólo hay uno: «Todas las imágenes han sido tomadas para ser publicadas». Su objetivo se situaba, según comentó, en el «día siguiente», sin «futurismos». Asimismo, reconoció que muchas de las imágenes las tenía arrinconadas en su archivo, de donde han sido rescatadas por Miguel Gómez, comisario de la exposición.
Este fotógrafo autodidacta ha coleccionado muchas anécdotas a lo largo de su dilatada carrera, como ser testigo directo del «destape» o del paseo que el Che Guevara dio por Madrid en 1959. Para compartir algunas de estas curiosidades con el público esta tarde, a las 20.00 horas, protagonizará una charla, coloquio y proyección. Una buena oportunidad para conocer secretos sobre las estrellas del cine de los años 60 y 70, de los desnudos de «Interviú» o de los retratos de personajes del mundo de la política y la cultura.
Espacios y temáticas
Pero la de Lucas no deja de ser una de las interesantes muestras que acerca Periscopio. Como novedad, esta edición incorpora un nuevo espacio, «Sombras urbanas», que se expone precisamente en un espacio urbano, en la calle Sancho el Sabio. La soledad, el abandono o la desigualdad económica son algunas de las consecuencias de las mega ciudades que ha retratado el mexicano, aunque con orígenes de Bilbo, Carlos Cazalis. En la calle también, concretamente en la Virgen Blanca, estará «Nuestro mundo hoy» con el que la agencia Reuters repasa el 2009. Frente a la Casa del Cordón tendrá su lugar la imagen conceptual con «Objetos, ¿objetivos?».
La gran insignia del certamen, la World Press Photo -que fue el origen o la inspiración de la que surgió Periscopio- regresa a Gasteiz con sus 53 ediciones. Una trayectoria que no ha conseguido convertir este certamen en complaciente, con lo que vuelve con sus «incómodas» historias, estas «que no quisiéramos conocer». En contraposición con la experiencia, Montehermoso acoge este año trabajos becados con el premio Ian Parry, para fotógrafos menores de 24 años. Una ilusión que también queda reflejada en la exposición Periscopio Amateur, en la sala Luis de Ajuria, que muestra los ganadores del año anterior. Este concurso es el otro eje del certamen ya que ha logrado que, un año más, los fotógrafos aficionados más cercanos vuelvan a mostrar sus trabajos. En esta edición serán un total de 66 establecimientos comerciales y de hostelería de Araba los que exhiban fotografías. Un festival, el de Periscopio, que sigue buscando guardar el equilibrio entre los grandes maestros, expuestos en espacios culturales, y las primeras obras de los aficionados.
César Lucas, autor de la exposición principal, protagoniza esta tarde un coloquio en el que compartirá anécdotas vividas durante su carrera profesional. Una interesante manera de conocer de cerca detalles sobre la historia más cercana.
Periscopio también recoge exposiciones más temáticas que reflexionan sobre algún acontecimiento o fenómeno actual. Axelle de Russé, premio Canon para la Mujer Fotoperiodista, realiza un intenso análisis de «El regreso de las concubinas» en China. Con un estilo social, consigue transmitir cercanía y humanidad; visible en KREA. En «War is personal», Eugene Richards acerca con trece documentos el coste humano de la guerra de Irak en soldados americanos. «Love Me», de Zed Nelson, observa el interesante y triste fenómeno de la «occidentalización» del cuerpo humano en los cánones de belleza globalizados, enseñando que «la homogeneización de la apariencia ha convertido la belleza en una burda marca universal». «Impact», por otro lado, muestra un programa de la Policía de Nueva York que abandona a jóvenes sin experiencia en los barrios más violentos. La exposición de la Casa del Cordón se centra en el barrio de Mott Haven, en el sur del Bronx. Otro hecho actual nos sitúa en la Guerra del Golfo. En aquella época, los kurdos protagonizaron uno de los mayores éxodos del siglo XX. José Luis Vidal Coy lo ha retratado y lo muestra en el Palacio de Villa Suso. I. A.
Este año serán 66 las exposiciones que muestren el trabajo de los aficionados de Gasteiz repartidos por toda la ciudad. Los premiados en la edición anterior se encuentran expuestos en la sala Luis de Ajuria.
Zed Nelson muestra en «Love Me», en Bellas Artes, el proceso de occidentalización del cuerpo que conlleva la globalización de los cánones de belleza. Un proceso que margina naturalidad y los rasgos propios de cada etnia.