Un desnudo sobre el escenario para mostrar que las personas «somos muy parecidas»
Ester Bellver llega a Donostia con «protAgonizo», una obra arriesgada en la que el desnudo de la actriz queda relegado a un segundo plano dejando paso a un guión que buscará -y encontrará- la complicidad del público.O. LARRETXEA | DONOSTIA
En «protAgonizo», su autora y única protagonista, la actriz Ester Bellver (Madrid, 1965), aparece en escena completamente desnuda durante la hora y media que dura la obra. Sin embargo, el guión, de una intensidad que atrapa, hace que el espectador olvide en cuestión de segundos la ausencia de vestuario. Según explicó Bellver ayer en Donostia, el trabajo surgió de una manera casual, y es que el texto nació por la necesidad que tuvo de desahogarse y de plasmar una serie de experiencias propias sobre el papel.
«Fue algo complicado que llegó a obsesionarme; incluso comía y escribía al mismo tiempo -explicó-. Cuando les mostré el texto a mis amigos, todos vieron un espectáculo en él». El dramaturgo Agustín García Calvo, a quien Bellver calificó de maestro, también la animó a escenificarlo y, «como en ese momento me encontraba en paro, me lancé». Y así nació «protAgonizo», que podrá verse en el Teatro Victoria Eugenia Club de Donostia hoy y mañana a las 21.00.
Afirmó que el desnudo no estaba previsto y que fue «un acto reflejo». «Ensayaba de madrugada en un local que me dejaron gratuitamente y una de las veces me quité la ropa», consiguiendo el tono que buscaba. Afirmó que el desnudo no le incomoda porque para ella esa condición «carece de valor» y es que no quería utilizar ropa para evitar darle un sentido u otro.
De lo personal a lo colectivo
Aunque Bellver ha recogido una serie de vivencias propias, no lo considera un monólogo, porque de ser así «no lo aguantaría ni yo misma». «Son sentimientos que un día decidí sacarlos a la luz y, es que, tendemos a la autocensura. Es muy interesente constatar además que, desde el punto de vista personal, se abarcan experiencias comunes que todos nosotros hemos vivido», dijo y, concluyó, que todas las personas somos «muy parecidas».
Bellver ha tomado las riendas de la obra, pues además de ser la actriz, la dramaturgia, dirección y escenografía las ha realizado ella. Sin embargo, destacó que desde el escenario en «protAgonizo» se siente una espectadora, porque desde allí arriba ve reflejados en los rostros del público las reacciones. «Les veo cambiar de cara, siento sus emociones, les veo reír, llorar... por eso no estoy sintiendo esta experiencia como algo profesional, sino como una oportunidad que el mismo teatro me está dando».
Sobre el escenario le acompañan tres puertas con espejos que multiplican de manera calidoscópica su imagen desnuda.
Ésta es la cuarta vez que la obra visita Euskal Herria -se estrenó en Aretxabaleta-, y la primera que se ofrece en Donostia. Bellver se mostro muy agradecida por «estas oportunidades», pues admitió que «no es fácil que te incluyan en un programa con este tipo de trabajos». Los desnudos, según ella, son incómodos y complicados por miedo a la aceptación del público: «Muchas veces me han dicho que si lo hago vestida se lo pensarían. Y ésta es razón suficiente para no hacerlo», sentenció.