La rebelión islamista en Tayikistán puede desestabilizar toda la región
El Ejército de Tayikistán ha mostrado sus carencias a la hora de hacer frente a insurgentes islamistas que atraviesan la permeable frontera con Afganistán, convirtiendo a ese país en un foco que puede desestabilizar toda la región de Asia central.Akbar BORISSOV (AFP) |
Una operación militar de envergadura lanzada en Tayikistán para combatir una rebelión islamista ha dejado en evidencia la debilidad del Gobierno de este pobrísimo país de Asia central y amenaza la seguridad de esta región ya inestable, estiman los expertos.
Miles de soldados apoyados por blindados y helicópteros de combate se desplegaron en el valle de Rasht, cerca de la frontera con Afganistán, tras una reciente serie de ataques mortales contra las fuerzas del orden atribuidos por las autoridades a grupos de rebeldes islamistas.
«Si las fuerzas gubernamentales no liquidan rápidamente a estos combatientes, volverán a Afganistán, dejarán pasar el invierno y volverán en la primavera al este de Tayikistán», previene el analista político Abdugani Mamadazimov.
«Un conflicto de este tipo puede durar mucho tiempo aquí puesto que los guardias fronterizos tayikos no pueden, debido a la precariedad de sus medios, hacer frente a estos militantes que atraviesan ilegalmente la frontera», explica.
Tayikistán, un país de mayoría musulmana que comparte una porosa frontera de más de 1.300 kilómetros con Afganistán, se encuentra en una situación frágil desde el acuerdo de paz que se alcanzó en 1997 tras una guerra civil entre los partidarios del presidente Emomali Rajmon y combatientes islamistas. Este conflicto provocó unos 150.000 muertos.
Aunque sus altas montañas han servido de refugio a grupos como el Movimiento Islámico de Uzbekistán (MIU), vinculado a Al-Qaeda y activo en Afganistán y en las zonas tribales de Pakistán, Tayikistán había escapado hasta ahora al destino de su vecino. Pero los expertos alertan desde hace tiempo de la extensión del conflicto afganos a esta república ex soviética.
En setiembre, 38 soldados tayikos murieron en una emboscada que tendieron a un convoy militar en el valle de Rasht, en un ataque reivindicado por MIU. Otros 40 militares murieron a comienzos de octubre -36 en un solo día-, poniendo en duda la capacidad del Ejército tayiko y de sus tropas para detener esta espiral de violencia.
La seguridad de Tayikistán no estaba tan amenazada desde el fin de la guerra civil hace trece años y la situación puede desestabilizar la región, constata Alexander Cooley, de la Universidad Columbia de Nueva York.
Tayikistán tiene una población de unas seis millones de personas. La mayoría son de etnia tayika, aunque hay una minoría considerable de uzbekos y una pequeña de rusos, que se ha reducido últimamente.