El Orfeón Pamplonés pisó ayer por primera vez el escenario del Kennedy Center de Washington para ofrecer, ante un público «exigente», el primer concierto de una «emocionante» gira.

Los 90 afortunados orfeonistas tuvieron que hacer frente a la obra de Gustav Mahler, en concreto la Segunda y Octava Sinfonía, y actuar en el emblemático Carnegie Hall de Nueva York. «Vamos emocionados a cualquier viaje, pero este lo hemos preparado mucho. Al llegar aquí, ves la ilusión de la gente y te das cuenta de que estás ante algo excepcional», dijo a Efe Zurine Irpegui, soprano del Orfeón desde hace siete años.

El coro tuvo apenas dos días para ensayar con las voces del local Coral Arts Society de Washington que les acompañó en la interpretación de ayer y, además, tuvieron que recurrir a la ayuda de expertos en dicción para adaptarse a la pronunciación anglosajona del alemán. La tarea de coordinar la Octava (o «Sinfonía de los mil») de Mahler, llamada así porque fue compuesta originalmente para 850 cantantes y 171 instrumentistas, correspondió al director ruso Valéry Gergiev, mientras que la nota musical la puso la orquesta Mariinsky de San Petersburgo.