El Grupo internacional de Contacto asume el «mandato» de la normalización política

Tras consultar con la mayoría de los actores políticos de Euskal Herria, el abogado y facilitador sudafricano Brian Currin compareció ayer en Bilbo para dar a conocer el mandato específico que tendrá el Grupo Internacional de Contacto (GIC) para tratar de «agilizar, facilitar y posibilitar» el logro de la normalización política del país. Los firmantes de la Declaración de Bruselas dotan así al GIC de un marco de actuación y compromisos concretos para asentar el proceso.


Vista oral por el acto de Anoeta de 2004

Otegi dirige el juicio contra el «muro de sordera» en el Estado español

Por segunda vez este año, Arnaldo Otegi aprovechó ayer un juicio en su contra en Madrid para hacer apología de la iniciativa de la izquierda abertzale. Frente al «muro de sordera» que alimenta procesos como éste, reivindicó la apuesta por vías pacíficas democráticas y recordó que las cuestiones políticas se ventilan en foros políticos, no en tribunales. La Fiscalía mantuvo su petición de 18 meses de cárcel.


Movimientos políticos en Euskal Herria

Brian Currin, ilusionado al presentar el mandato del Grupo de Contacto

Tras consultar con la mayoría de los actores políticos de Euskal Herria, el abogado y facilitador sudafricano Brian Currin compareció ayer en Bilbo para dar a conocer el mandato específico que tendrá el Grupo Internacional de Contacto (GIC) para tratar de «agilizar, facilitar y posibilitar» el logro de la normalización política del país. El promotor de la Declaración de Bruselas dijo que mantiene la ilusión de que ETA responda «antes de Navidad» al emplazamiento.



CUMBRE EN SEÚL

El G20 pacta un acuerdo que pasa de puntillas sobre la «guerra de divisas»

La cumbre del G20 en Seúl acabó ayer con un documento que, lejos de encauzar la «guerra de divisas» que ha marcado esta nueva cita de las principales economías del mundo, muestra que las espadas siguen en todo lo alto. El texto consensuado se limita a pedir a los países que se abstengan de manipular sus monedas para impulsar sus respectivas economías, y pospone a 2011 la resolución de los principales puntos de fricción entre las potencias.