REMODELACIÓN DEL PROYECTO GARA
La rotativa ha muerto, ¡viva la rotativa!
Esta semana GARA cambia de rotativa. Tras doce años en Usurbil, con la empresa KIE S.A., este diario saldrá a partir de ahora de la máquina instalada en Zestoa propiedad de la nueva empresa Bidasoa Inprimatzeko Zentroa S.A.. Resulta un cambio necesario, en el que GARA espera ganar en calidad de impresión, pero ha sido también un cambio lleno de dificultades debido, entre otras cosas, a la presión a la que se ha sometido a KIE S.A. al atribuirle la deuda a la Seguridad Social contraída por la empresa encargada de la impresión de «Egin», Hernaniko Inprimategia.
Iñaki ALTUNA I
La edición impresa de GARA saldrá a partir de ahora de una nueva rotativa, ubicada en Zestoa, tras abandonar la máquina que ha utilizado estos doce años, sita en Usurbil. Este paso no supondría nada especial en circunstancias normales pero, en el caso de GARA, el cambio de rotativa constituye todo un símbolo de su trayectoria, de su pasado y de su futuro.
La empresa que se ha encargado de la impresión de este periódico -KIE S.A., Komunikabideak Inprimatzeko Elkartea- ha llegado a su final tras permanecer más de siete años intervenida judicialmente. Sus dueños tuvieron que presentar la suspensión de pagos después de que la Seguridad Social le atribuyera, en 2003, la deuda acumulada por Hernaniko Inprimategia, que se encargaba de la tirada del clausurado «Egin».
La empresa KIE fue constituida al calor de la dinámica popular surgida en 1998 y que llevó, como hito más conocido, al surgimiento de «Euskal Herriko Egunkaria GARA». En su tiempo, el nuevo proyecto informativo fue toda una proeza, que tuvo su reflejo también en la adquisición, montaje y puesta en marcha de la rotativa de KIE. Desde su localización en Grecia hasta su primera tirada, después de un transporte no exento de incertidumbre, apenas pasaron tres meses.
La calidad de la impresión no ha sido la mejor en estos años, un hecho que se ha visto agravado por la precaria situación de la empresa, al tener que permanecer intervenida durante siete años. En esas circunstancias no resulta sencillo tomar las medidas y realizar las inversiones necesarias.
Así pues, el cambio al que se enfrenta GARA, este adiós a la vieja máquina y la próxima clausura de KIE para saldar definitivamente esa parte de la deuda son consecuencia de una situación de injusticia que ha pretendido lastrar el desarrollo de este proyecto comunicativo. Pero, como tantas veces en este país, la paradoja se vuelve a imponer, al haberse encontrado para la impresión del periódico una solución mucho mejor a la anterior.
La constitución de la empresa Bidasoa Inprimatzeko Zentroa S.A., con cuatro socios, ha traído consigo la construcción de un nuevo pabellón industrial en la localidad guipuzcoana de Zestoa y la adquisición de una nueva rotativa. GARA espera que esta máquina ofrezca una mayor calidad de impresión, así como nuevas posibilidades, por ejemplo, con la opción de imprimir más páginas a todo color.
Retos de futuro
Este cambio de máquina se produce en un momento especialmente importante para GARA, pues ésta no es la única novedad a la que debe enfrentarse. El proyecto aborda un reto estructural de cara a su futuro. Las profundas modificaciones en el mundo de la producción periodística, la preeminencia de las nuevas tecnologías, el vuelco en el mercado y los hábitos de consumo, así como las expectativas ciertas de cambios socio-políticos abiertas en Euskal Herria, convierten la remodelación del proyecto GARA no ya en una opción, sino también en una auténtica necesidad.
El reto de futuro para el proyecto GARA pasa por concluir el tránsito de ser un producto de papel a poder desarrollarse plenamente en diferentes soportes. Así, en el futuro inmediato, GARA asume el desafío de difundir sus contenidos informativos y su visión del mundo a través de dos medios de comunicación, el periódico en papel prensa y la edición de Internet, ambos con sus propios registros y características.
Esta nueva etapa va a tener algunas novedades evidentes para lectores y usuarios. Además de la previsible mejora de la impresión, se abordará un rediseño en profundidad del suplemento dominical Zazpika y se pondrá en la red lo que, en realidad, será un nuevo medio de comunicación bajo la marca de GARA, más allá de la mera edición en Internet del periódico. Una nueva oferta que desarrolle un periodismo multimedia, que permita una relación directa con el usuario y responda de forma inmediata a las acontecimientos informativos.
A estos cambios visibles hay que añadir el que se va a realizar en el funcionamiento y modos de trabajo de la redacción de GARA. La necesidad de responder a un mercado y un modo de producción periodística en pleno cambio, con el reto citado de realizar una oferta en diferentes soportes, obliga a nuevas formas de trabajo, coordinación y ejecución de la función periodística, sin que ello suponga perder de vista cuál es el punto de partida y cuáles los objetivos de este proyecto. GARA nació para hacer periodismo y para contribuir a la información y formación de opinión de la ciudadanía vasca. Tal y como recoge su libro de estilo, «GARA es un diario hecho en Euskal Herria y para Euskal Herria», y eso mismo pretende seguir siendo en esta nueva etapa, ahora también con una nueva rotativa fruto de la colaboración entre diferentes empresas.
La Tesorería de la Seguridad Social atribuyó en 2003 a la empresa mercantil KIE S.A. la responsabilidad por las deudas contraídas por Hernaniko Imprimategia, y adujo para ello que se había producido una sucesión entre ambas. La deuda en este caso asciende a cerca de 500.000 euros. Un procedimiento idéntico se abrió en contra de Baigorri S.A., empresa editora de GARA, por la deuda a la Seguridad Social de Orain S.A., editora de «Egin». En este caso el montante económico ronda los cinco millones de euros, lo que supone a día de hoy una gravísima amenaza para este periódico. Para evitar un posible inmediato embargo que hubiese supuesto la paralización de actividad, KIE S.A. se vio obligada a presentar un procedimiento de suspensión de pagos nada más conocerse la decisión de la Seguridad Social, que se ha seguido tramitando hasta ahora. Esta situación ha llevado aparejada la intervención judicial de la sociedad, con todos los problemas de gestión y económicos que ello acarrea.
En el litigio en los tribunales, la Audiencia Nacional española decidió, en primera instancia, estimar el recurso presentado por Baigorri contra la pretensión de la Seguridad Social. Sin embargo, esta última no renunció a la vía judicial y logró que la propia Audiencia Nacional decretara la sucesión de empresa, para lo que se basó en la contratación de trabajadores procedentes de la firma clausurada, así como en el hecho de que la nueva sociedad ocupaba el mismo espacio de mercado. Toda esta situación ha obligado a KIE a iniciar un proceso de liquidación de la empresa, con la que espera dejar saldada también su deuda.
No deja de llamar la atención la actitud de la dirección de la Seguridad Social, que permaneció impasible ante el hecho de que la Audiencia Nacional utilizara la deuda como uno de los argumentos para cerrar «Egin» pese a que su pago estaba ya negociado y acordado. En esta situación, que perjudicó gravemente a sus administradores y trabajadores, los bienes de «Egin» han permanecido trabados, perdiendo valor cada día mientras su deuda era atribuida a otro proyecto.
Bidasoa Inprimatzeko Zentroa S.A. se constituyó en 2009 con la participación de cuatro empresas: EKHE -promotora de GARA, «Le Journal du Pays Basque» y otros proyectos periodísticos-, EKT -grupo «Berria»- y otras dos empresas dedicadas al mundo de la impresión, Bulkograf S.A. y Printek S.A..
La sede de la empresa se encuentra en Zestoa, donde a lo largo de este año se ha construido un nuevo pabellón. En él se ha instalado una máquina que puede tirar hoy 64 páginas, 32 de ellas a color, y que cuenta con una encartadora con la que insertar suplementos. Su instalación se ha concluido este mes de diciembre y ahora comienza a imprimir GARA a diario. En un espacio breve de tiempo tirará también los productos del grupo «Berria», y lógicamente aspira a captar otros trabajos con el objetivo de constituir una empresa rentable.
La idea de crear un centro de impresión entre diferentes grupos empresariales viene de tiempo atrás. Fue uno de los primeros objetivos que se puso EKHE nada más constituirse y que intentó plasmar en el mismo momento de la salida de GARA.
En medio del clima surgido en el periodo de Lizarra-Garazi, las constantes alusiones a la necesidad de constituir y fortalecer el espacio comunicativo vasco llevaban a la reflexión de que hacían falta infraestructuras fuertes para el desarrollo de los medios que en su línea editorial tomaban como referencia a Euskal Herria.
En aquella época se encontraba en proyecto el centro Martin Ugalde y, en el mismo, «Euskaldunon Egunkaria», junto con algún otro socio, pensaba instalar una nueva máquina. GARA quiso participar en el proyecto, como nuevo socio o incluso como mero cliente. Pero la idea no cuajó. «Egunkaria», que hasta entonces había utilizado la máquina de «Egin», se convirtió en cliente del Grupo Noticias, y KIE se constituyó para poder satisfacer a GARA.
EKHE, como promotor de este diario, intentó impulsar poco después otro gran acuerdo con «Euskaldunon Egunkaria», «Diario Noticias» y «Deia» (estos dos últimos aún no pertenecían formalmente al mismo grupo) para levantar un centro de impresión de grandes dimensiones. Su propuesta era situarlo en Nafarroa, en la zona de Altsasu, con el ánimo de vertebrar desde ahí la difusión al conjunto de Euskal Herria de todas esas cabeceras vascas. El ambiente generado en 1999, sin embargo, no fue suficiente para que todos los grupos diesen prioridad a aquel proyecto, que hubiese supuesto un hito importante para el mencionado objetivo de consolidar el espacio comunicativo vasco.
Bidasoa Inprimatzeko Zentroa tiene esos antecedentes, aunque las circunstancias actuales y las características del proyecto son distintas. Mantiene el objetivo de colaboración entre diferentes grupos, pero se enfrenta a una realidad en la que el papel prensa ha entrado en franca recesión. Pese a ello, un centro de impresión como éste resulta imprescindible para la prensa vasca porque, pese a que se augura el final de la «era Gutenberg», el periódico impreso resulta hoy por hoy una referencia incuestionable para cualquier oferta informativa. Sin ir más lejos, la edición impresa de GARA constituye actualmente el buque insignia de este proyecto comunicativo. I.A.