Maite SOROA
Loas sin parangón a Basagoiti
Algo gordo falla en la derecha española cuando Luis María Ansón propone como líder «nacional» del PP... a Antonio Basagoiti.
Ayer, en «El Mundo», el vetusto columnista desgranaba un rosario de piropos que para sí hubiera querido cualquiera de los emboscados que esperan quitar la silla a Rajoy.
Según Ansón, «el prestigio del joven líder vasco se multiplica día a día».
Y no se para ahí, no se crean que ahorra en loas: «Antonio Basagoiti está demostrando su capacidad para la lidia con ambas manos: la izquierda al natural sobre el albero de Ferraz y la derecha con soberbios redondos que encelan a los marrajos de Génova». O sea, un fenómeno el chaval.
Ahora empieza el carameleo: «Es hombre muy sagaz, con los pies sobre la realidad, la mirada de largo alcance, el entendimiento cabal de lo que se debate en el fondo de la ciencia política». Y se preguntarán por qué tanta melaza. Pues lo cuenta el propio Ansón: «Lo que quería Zapatero en el País Vasco era la alianza entre el PNV y el PSOE, con Ibarreche de lendakari y López de vicelendakari. Basagoiti supo hacer la finta precisa y desbarató los propósitos zapaterescos. Un servicio impagable al bien común de los vascos y, sobre todo, al interés general de España». Ahí está la madre del cordero.
Y para el final reserva la referencia a lo que les obsesiona: «al abordar el problema de ETA, (...) ha reconocido en pocas palabras la realidad de lo que se está cociendo en las cocinas subterráneas: `Quien se crea un comunicado de Eta o es un imbécil o tiene intereses espurios'. No se puede definir mejor a unos y otros de los negociadores socialistas. Predominan los que tienen intereses espurios y negocian por un puñado de votos. Los hay también tan tórpidos que son carne de cañón para que Eta les engañe una vez más como a pardillos». ¿A que suena a aviso para navegantes?
Por eso Ansón hace suya la propuesta del lúcido Basagoiti: «Sea cual sea, en fin, el comunicado etarra que se avecina, en lugar de lanzar las campanas zapatéticas al vuelo, habrá que fijar una cuarentena de seis años». Recuerden que cuando los de Basagoiti y Ansón mandaban en El Pardo, la cuarentena duró... ¡cuarenta años!