El este de EEUU necesitará todavía varios días para regresar a la normalidad
El temporal que, tras la noche del domingo, dejó casi completamente paralizada la costa este -especialmente Nueva York- abandonó EEUU desplazándose hacia Canadá. Sin embargo, la gran cantidad de nieve caída retrasará varios días la vuelta a la normalidad. El objetivo prioritario es que la circulación aérea recupere los retrasos acumulados antes del viernes, cuando comienza otro fin de semana de desplazamientos masivos debido al Año Nuevo.
Sebastian SMITH (AFP) |
El temporal abandonó ayer por la mañana la costa este de EEUU hacia Canadá y los transportes comenzaban a funcionar lentamente tras las nevadas caídas en las 48 horas anteriores, especialmente en Nueva York, donde la situación aún necesitará varios días para volver a la normalidad.
Más de 5.000 vuelos han sido anulados desde el domingo debido a esta tempestad, con vientos que alcanzaron los 150 kilómetros por hora en varios estados costeros. Las responsables del tráfico aéreo consideran que no podrán solucionar los problemas ocasionados por la ventisca antes del viernes, cuando comienza un nuevo fin de semana repleto de salidas masivas por el Año Nuevo.
El lunes por la noche, los principales aeropuertos de Nueva York (JFK, LaGuardia y Newark) lograron abrir sus pistas, después de que los de Philadelphia y Boston retomaran el tráfico el lunes por la mañana, pero teniendo que hacer frente a numerosos retrasos.
Caos aeroportuario
La compañía aérea Continental anunció que ayer «se retomarían los vuelos en la medida de lo posible» pero con retrasos. Los que estaban programados para llegar el lunes a Newark fueron retrasados a ayer.
JetBlue, que anuló sus viajes desde Nueva York y Boston hasta ayer, prometió a los pasajeros afectados que podrían reservar sin coste alguno su plaza en otros vuelos.
Mientras, el aeropuerto de LaGuardia seguía sufriendo «anulaciones y retrasos importantes», según las autoridades.
El temporal, que comenzó en EEUU el domingo, llegó el lunes a Canadá, donde también se anularon decenas de vuelos, especialmente los que tenían que partir de Fredericton y Moncton, en la provincia de New Brunswick, donde cerca de 40.000 hogares se quedaron sin electricidad. A esto hubo que añadir las incidencias de los aeropuertos de las grandes ciudades de la costa este estadounidense, que también provocaron anulaciones en cadena en Toronto, Montréal (Québec) y Ottawa.
Los habitantes del extrarradio que utilizan el transporte público para acudir a su trabajo en Nueva York, no sufrieron mejor suerte, ya que padecieron importantes incidencias en las líneas de metro, autobús y tren.
Críticas a las autoridades
Las escenas de vehículos quitanieves, coches de Policía y ambulancias inmovilizados por la nieve o el hielo fueron constantes en Nueva York, donde los servicios municipales de la ciudad fueron muy criticados por los medios de comunicación por su lentitud al hacer frente a la nevada.
Los gobernadores de los estados de Delaware, Maryland, Massachussetts, Carolina del Norte, Rhode Island y de Virginia llamaron a los reservistas de la Guardia Nacional para ayudar a las autoridades civiles a volver a la normalidad.
Un poco más al sur, la ciudad de Washington y sus alrededores se salvaron de la ventisca, pero la nieve llegó, algo que es inusual, a los estados del sudeste de EEUU, como Carolina del Sur.
Por otro lado, al menos ocho personas sin techo murieron en Nueva Orleans, víctimas del incendio del edificio abandonado en el que se habían refugiado para hacer frente al frío. En esta ciudad del estado de Louisiana, ubicada en el Golfo de México, se alcanzaron inusuales temperaturas bajo cero, lo que provocó que todos los albergues para los sin techo estuvieran completamente repletos.
Paralizada bajo montañas de nieve, la isla danesa de Bornholm, en el mar Báltico, pidió ayer ayuda para recuperar las comunicaciones, ya que la falta de medicamentos y de combustible para calefacción comenzaba a notarse entre sus 43.000 habitantes.
«No pueden ni imaginar lo terrible que es esto. Las carreteras están cerradas y cavan, cavan y cavan, pero no limpian nada», relató Hell Skov Olesen al diario «Politiken», haciendo referencia a los trabajadores de mantenimiento viario.
«Además, no saben dónde dejar toda esta nieve», añadió este habitante de Klemensker, en el centro de la isla.
El Instituto Meteorológico Danés (DMI) midió ayer 1,40 metros de nieve en Bornholm (al este de Dinamarca). «Es el equivalente a lo que se encuentra en algunas estaciones de esquí», comentó un meteorólogo del DMI, Steen Rasmussen.
Estas nevadas comenzaron el jueves y, según la televisión, en algunos puntos alcanzaron los seis metros de altura. Según «Politiken», la Policía de Bornholm ha reclamado 234 vehículos suplementarios (camiones, tractores, grúas y máquinas para aspirar la nieve) para despejar las vías de comunicación.
La cantidad de nieve caída es tal que las autoridades de Bornholm han autorizado arrojar la nieve al mar.
Los habitantes de las isla reclamaron productos de primera necesidad que ya se habían agotado como medicamentos, alimentos para animales domésticos o combustible para calefacción doméstica.
El DMI prevé nuevas nevadas para esta semana. GARA