Siete más tres hacen diez. Zapatero acumula siete años en el cargo y se adentra en 2011 con una amenaza bajo el brazo. Aquel «se creían que no nos íbamos a atrever» que bramó Aznar para cerrar «Egin» se adapta a los tiempos y el mandatario español que desperdiciara en la primera década de este siglo la mejor oportunidad de conseguir la paz en Euskal Herria, se pone fiero con los débiles.

Tres años con Sarkozy. En París entra en vigor la reforma de las pensiones con la que el presidente que ha llenado con dinero público las arcas de los bancos se dispone a hurtar a los trabajadores parte de los frutos de una vida de esfuerzo. Moncloa se apresta a seguir sus pasos.

Siete más tres hacen diez. El «sarkozapaterismo» arranca esta segunda década del XXI con la mentira pegada a los labios. El gran engaño del primer decenio lo patrocino Aznar aquel terrible 11-M. El PSOE compite por la patraña. Rubalcaba mintió -también- al negar las torturas sufridas por Portu y Sarasola durante su detención por la Guardia Civil. Una vez cada década cae una condena por torturas, una gota de agua limpia, las más en juzgados naturales, entre los habituales archivos de causa e indultos que emanan de los tribunales madrileños a los que Sarkozy quiere entregar a Aurore Martin.

Podía sumergirme en los valses de Viena pero he optado por recuperar las maltrechas neuronas escuchando las palabras de Stéphane Hessel. A sus 93 años, este alemán naturalizado francés, resistente y luego diplomático, encabeza la rebelión moral contra la confiscación de valores que emana de unos gobiernos que han entregado el mandato recibido del pueblo al poder financiero.

El veterano combatiente alza la voz contra las promesas incumplidas, ya con los objetivos para el milenio que desgranara la ONU en 2000 a fin de exterminar la pobreza, ya con el compromiso de dar una solución justa al conflicto en Oriente Medio. «¡Indignaros!» es la consigna que antes remitió a las nuevas generaciones. Ahora completa aquel escrito con un emplazamiento a través de internet : «No esperemos, resistamos».

Con la primera década a sus espaldas, GARA cambia de máquina, para que la tinta siga corriendo, con eficaz rebeldía, por sus venas. En 2011 promete convertir en una luminosa avenida su fecundo camino en internet. Del diez al once, el cambio no espera. Toca resistir para ganar el futuro. Urte berri on.