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Lanbide descubre a 7.500 parados que no aparecían en las estadísticas

La puesta en marcha de Lanbide, nuevo servicio de empleo del Gobierno de Lakua, ha hecho aflorar discordancias entre la lista de parados de su antecesor, Langai, y la del Inem, que era quien ofrecía las estadísticas oficiales. La cuestión es que 7.500 de las personas inscritas en Langai no aparecían en el Inem, por lo que no se computaban oficialmente como desempleadas. Así, la tasa del paro en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa pasa del 10,89% al 11,40%.

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Imanol INTZIARTE | DONOSTIA

El paro en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa se ha incrementado oficialmente en cinco décimas. Del 10,89% al 11,40%. De 145.456 personas a 152.956. El motivo, el descubrimiento por parte de Lanbide de 7.500 personas en situación de paro que estaban en las listas de su antecesor, Langai, y que sin embargo no fueron dadas de alta en el Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE), antiguo Inem.

El director de Lanbide, Javier Ramos, y el viceconsejero de Empleo, Formación e Inclusión Social de Lakua, Javier Ruiz, apuntaron que para explicar esta situación hay que remontarse al pasado junio, cuando ante la futura transferencia de las políticas activas de empleo se comenzó a realizar un cotejo de las listas de Langai y el SPEE, a fin de unificarlas en Lanbide.

Fruto de esta tarea se ha detectado que 7.500 personas sin empleo inscritas en Langai, que operó entre 1996 y 2010, no estaban también en el Inem, organismo que ofrecía las estadísticas oficiales del paro.

Tanto Ramos como Ruiz indicaron que Langai aportaba mensualmente al extinto Inem la lista de inscritos en su servicio y que desconocen los motivos por los cuales estas 7.500 personas fueron obviadas.

«Ni obligación ni derecho»

Con posterioridad, el Departamento de Empleo y Asuntos Sociales emitía un comunicado para explicar que el SPEE «no tenía ni la obligación ni el derecho» de computar a esas personas por iniciativa propia, ya que al tratarse de un registro público tenían que ser los afectados quienes «autorizasen expresamente» su inscripción.

A juicio del Departamento que dirige Gemma Zabaleta, estas discrepancias entre listados «son la consecuencia de haber mantenido en la Comunidad Autónoma un sistema de colocación duplicado durante los últimos quince años».

«El hecho de que estas personas no figurasen como paro registrado en el antiguo Inem no debe considerarse una negligencia del servicio de empleo estatal, sino que es consecuencia del cumplimiento de la norma», añadió en su nota.

La «cifra real», el lunes

Todas estas actualizaciones se verán reflejadas en los datos del paro del mes de marzo, que serán publicados el próximo lunes. El Departamento de Empleo y Asuntos Sociales estima que será la primera «cifra real» de desempleo desde 1996.

La inclusión de estas 7.500 personas en las estadísticas oficiales no será la única modificación en los datos procedentes de Langai, ya que durante el cotejo Lanbide ha borrado de sus bases informáticas a alrededor de 31.000 personas, debido a que procedían de otras comunidades autónomas y ya figuraban en sus correspondientes registros de demanda de empleo.

burocracia

La puesta en marcha de Lanbide ha generado también otro tipo de problemas de carácter burocrático. Por ejemplo, el nuevo servicio se tendrá que poner en contacto con todos los usuarios de Langai para que autoricen el trasvase de sus datos personales.

Zapatero augura que la creación de empleo será lenta

El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, auguró ayer que la creación de empleo «nos va a costar» y «va a ser lenta», pero que la recuperación económica «se sostiene» y es necesario seguir con las reformas emprendidas. En su comparecencia en el Congreso de Madrid para informar sobre el Consejo Europeo celebrado la semana pasada, Zapatero apuntó que dichas reformas, entre las que citó la laboral, la del sistema de pensiones, la del sistema financiero o los ajustes para reducir el déficit, han generado una «confianza creciente» en la economía española, en su «estabilidad» y en sus «perspectivas de futuro».

A corto plazo, el Gobierno espera aprobar en abril un plan contra el trabajo sumergido. «Para hacerlo eficaz, el plan supondrá un fuerte endurecimiento de las sanciones a los empresarios» y a los trabajadores que perciban retribuciones «incompatibles» con prestaciones de la Seguridad Social, aseguró el presidente, quien admitió que ésta es una «asignatura pendiente». «Una bolsa significativa de empleo sumergido genera perjuicios a la economía, a las empresas que cumplen con la legalidad, porque se enfrentan a competencia desleal», explicó Zapatero, para después prometer que su Ejecutivo se volcará con estas medidas en un «esfuerzo singular». I.I.

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