Ibai Gómez, esperanzado
La última etapa ya está a la vista
Cinco meses después de sufrir una grave lesión de rodilla, Ibai Gómez entrena con el grupo y ya piensa en su reaparición.
A.U. LASAGABASTER
Se dice que la fortaleza anímica cuenta tanto, o más, que la física a la hora de encarar lesiones. Es probable que por eso Ibai Gómez haya superado sin problemas las etapas que le marcaron los médicos cuando la rótula de su rodilla izquierda decidió aguarle su debut con el Athletic. Cinco meses después ya entrena con el grupo y afronta la última, la de su reaparición, con el mismo ánimo. Tanto, que espera volver a vestirse de corto antes de que concluya la temporada.
Ibai llegó a Lezama el pasado verano, procedente del Sestao River. En principio, como sucediera la temporada pasada con Óscar de Marcos o esta misma con Igor Martínez, su destino oficial era el Bilbao Athletic. Y allí tuvo que demostrar, de hecho, que se merecía un hueco en los planes de Joaquín Caparrós.
Ocho partidos y cuatro goles con el filial, además de entrenamientos y amistosos a las órdenes del utrerano, le abrieron, por fin, las puertas del primer equipo en la séptima jornada de Liga, coincidiendo con la visita del Zaragoza a San Mamés.
Era el 17 de octubre y el cielo y el infierno se sucedieron en apenas cuatro minutos: el centrocampista cumplía su sueño en el 66, cuando saltaba al césped en medio de una gran ovación para sustituir a Gaizka Toquero. En el 70 se marchaba en camilla, con el estadio enmudecido, después de que su rodilla hiciera crack en una acción fortuita.
Un día después, el diagnóstico, luxación de rótula; cuatro días más tarde, el quirófano; y cinco meses después, la luz al final del túnel. Ibai ya entrena con el grupo y lo hace con «buenas sensaciones, más o menos las mismas que tenía antes de la lesión. Puede que note la falta de ritmo y quizá todavía me falta algo de fuerza en la pierna, pero las sensaciones son buenas y la confianza es la misma que tenía antes». Y, sobre todo, se vuelve «a ver jugador».
No ha sido fácil llegar a ese punto. «Se ha hecho largo y duro -admite-. Sobre todo al principio porque no podía hacer nada. A mí me gustar estar en movimiento todo el día y no podía hacer nada, venía aquí sólo para la rehabilitación. Al final, lo que te gusta es jugar al fútbol y te ves incapaz... Ha sido bastante duro, aunque gracias a los compañeros, a los fisios, a los médicos, a todos los que trabajan aquí, se ha hecho más fácil». Y además, siempre hay que ver el vaso medio lleno, no ha tenido por qué ser exclusivamente negativo. «Se aprende de todo y puede que esto me haga más duro. No puedo decir que haya sido una experiencia bonita, pero sí como para aprender».
Con el Bilbao Athletic
Para «bonita» la próxima, que pasa por volver a vestirse de corto. «La esperanza no se pierde y yo trabajaré fuerte para ver si tengo la posibilidad. Mi objetivo es seguir entrenando duro y en cuanto me digan el entrenador y los médicos, jugar. Cuanto antes, mejor»... aunque sea con el filial. «Está claro que antes de la lesión jugaba en el Bilbao Athletic y lo normal sería empezar primero con el Bilbao Athletic y volver a ganarme una oportunidad como antes de la lesión», admite el propio jugador. Además, la situación del equipo de Luis de la Fuente -asentado en la mitad de la tabla- parece más propicia que la del primer equipo para dar minutos a jugadores en situación como la de Ibai.
Sea en la categoría que sea, el jugador tiene algo claro. Volverá con confianza. «Igual inconscientemente se nota alguna duda en alguna jugada. Pero por mi parte no creo. Si te tiene que pasar, te va a pasar igual».
Una vez que Andoni Iraola, Javi Martínez y Fernando Llorente acabaron indemnes el partido de Kaunas, Joaquín Caparrós sólo mantiene tres dudas para la visita al Almería (lunes, 21.00). Se trata de Ustaritz, Aitor Ocio e Igor Martínez.
El vizcaino sigue entrenando al margen, después de que sufriera una lesión muscular en el amistoso frente al Alavés. Ocio se sumó a la lista anteayer, al tener que abandonar el entrenamiento con una sobrecarga. Y a Igor le tocó ayer, por culpa de una «hiperextensión en el pie derecho».
Sus compañeros siguen preparando un choque que Pablo Orbaiz ve «dificilísimo», pese a mostrar su «confianza» en las opciones europeas del equipo. «Nos la hemos ganado con nuestro trabajo. El equipo está en la posición que está por los méritos que ha hecho», subrayó. A.U.L.