ELECCIONES EN EUSKAL HERRIA
Pelea a siete bandas por dominar Tafallaldea
Controlar las ciudades intermedias resulta clave para gobernar Nafarroa. Eso merece redoblar el esfuerzo por sacar listas aunque, a veces, provoque un desgaste. La pelea se antoja encarnizada en puntos como Tafalla, donde compiten siete partidos con una izquierda muy fragmentada.
Aritz INTXUSTA
En unas elecciones municipales hay mucho en juego. A pesar de que el sistema de financiación ata de manos a los ayuntamientos -y máxime ahora, cuando la crisis ha esquilmado la fuente clave para su financiación, el suelo-, el poder de las entidades locales sigue siendo importante. Sobre todo, de aquellas que llevan el peso de una zona. Porque los ayuntamientos son también la puerta de entrada a las mancomunidades y a los servicios comunes, estructuras que permiten la inclusión de puestos políticos.
En Nafarroa, los municipios clave responden aún a las viejas demarcaciones territoriales, las cinco merindades, que nacieron en gran parte motivadas por un fin defensivo. Así, si un partido pretende dominar en el herrialde debe controlar también las pequeñas capitales. Cada merindad llevaba el nombre de su ciudad fuerte: Iruñea, Zangotza, Lizarra, Erriberri y Tutera. Y, en todos los casos, esta preeminencia de la capital de Merindad se mantiene, salvo en el caso de Erriberri, ya que la ciudad vecina de Tafalla ha crecido más, arrebatándole el liderazgo y el poder efectivo sobre la zona media.
No obstante, resulta bien complicado para un partido extender sus tentáculos para llegar a todos los pueblos, puesto que su red de militantes cada vez se estrecha más. Hay 13 partidos que aspiran a entrar en el Parlamento, pero las siglas que aspiran a cierto control territorial se cuentan con los dedos de una mano: UPN (85 candidaturas), PSN (80), PP (56), Bildu (52). Un poco detrás aparecen NaBai (32) e Izquierda-Ezkerra (27).
UPN y PSN tienen más fácil conseguir apoyos, puesto que enarbolar una de las banderas de los partidos de gobierno da réditos al pueblo. Sus promesas de traer proyectos son más creíbles y la fidelidad se paga. GARA estudió las enmiendas que el PSN realizó a los presupuestos para 2010 y el resultado fue que más del 85% de ellas iba a parar a ayuntamientos afines.
Los partidos, además, deben de enfrentarse a las idiosincrasias de cada zona, en un herrialde muy diverso, donde de una punta a otra ni siquiera se habla el mismo idioma en la calle. En cada pueblo pesan además las trayectorias, las familias, los amigos, los poderes fácticos, etcétera.
Siete opciones para diez mil personas
Tafalla ejemplifica bien, por estar a medio camino entre el norte y la Erribera, todo este entramado de particularidades que confluyen en unas municipales. Ciudad pequeña (11.400 persona), pero con poderes de cabeza de comarca, su Alcaldía está disputada por siete formaciones diferentes: Iniciativa por Tafalla (IT), Bildu, Izquierda-Ezkerra (I-E), PP, PSN, Nafarroa Bai y UPN. En las anteriores elecciones, cuatro siglas obtuvieron representación: UPN (7 ediles), PSN (4), ANV (2), NaBai (2) e IT (2).
Aunque el PSN y UPN se han alternado en el poder desde 1983, Tafalla siempre ha tenido varias familias de Eusko Alkartasuna (es la localidad natal de Maiorga Ramírez) y ha sido cuna de personas de peso de la izquierda abertzale (Adolfo Araiz, Mauricio Olite, Floren Aoiz...). Bildu no lo tenía fácil, ya que buena parte de sus simpatizanes estaban marcados como «contaminados», pero consiguió sacar lista y 70 avales.
Con la marcha de EA, por contra, NaBai 2011 se quedó sin nombres. La militancia de Aralar y PNV no era suficiente, por lo que fueron los independientes quienes decidieron cargar con la responsabilidad de que la coalición no pinchara en un enclave estratégico. Se organizaron varias reuniones, se tanteó a diversas personas, se buscó en los alrededores... pero, finalmente, se tiró la toalla. La asamblea de NaBai en Tafalla comunicó: «Hemos decidido no presentar lista en estas elecciones municipales para no perjudicar las posibilidades de otras candidaturas progresistas mejor situadas». La sede central de Nafarroa Bai reaccionó deslegitimando a su asamblea y denunciando «coacciones» hacia sus simpatizantes., extremo éste que fue desmentido por el concejal de NaBai en Tafalla, Iñaki Navarlaz. In extremis, la lista salió. Navalaz no repite.
La candidatura del PSN también acusa tensiones internas. Su bajada hasta el 19% de los votos, en un pueblo donde han tenido alcalde hasta no hace mucho, motivó una profunda renovación de las listas. Ninguno de los cuatro concejales repetía en puestos de salir. Al final, el edil Javier Tapia estalló. Acaba de anunciar que abandona el partido.
La coalición I-E (IUN y Batzarre) no ha conseguido reabsorber a su escisión Iniciativa por Tafalla. No sólo eso, sino que ahora IT se ha convertido en la matriz de un nuevo partido, Iniciativa por Navarra, que concurre al Parlamento, aunque con pocas perspectivas.
Mientras, la alcaldesa de UPN, Cristina Sota, encabeza lista y mantiene a todos sus concejales en el redil. Sin embargo, no ha sido capaz de eclipsar al PP y evitar que su voto se divida. Puede que, aun así, UPN mantenga su hegemonía, pero poco se puede avanzar en esta ecuación tan compleja.