Si hace unas semanas fueron las Cámaras de Comercio las que dieron la voz de alarma, advirtiendo de que la anunciada recuperación no es tal y que las perspectivas para el presente ejercicio son poco halagüeñas, ayer, la publicación de varios indicadores económicos confirmó que las sombras siguen prevaleciendo en la economía vasca. Por un lado, el importante incremento del IPC en Hego Euskal Herria en el mes de abril, entre el 1,2 de Bizkaia y Nafarroa y el 1,5% de Araba, con tasas interanuales de hasta el 3,8%, constituye un elemento de preocupación, tanto para el conjunto de los trabajadores, que ven mermado su poder adquisitivo, como para la propia actividad económica. El dato de la inflación llega además en pleno debate sobre la negociación de los convenios y la subidas salariales, en el que desde patronal y Gobierno español se pretende desligar los sueldos del incremento de los precios, algo que, a la vista de estos datos, perjudicaría mucho a aquellas personas que dependen de una nómina.

Por otro lado, Eustat informó ayer de que el PIB de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa ha registrado un incremento interanual del 0,9% en el primer trimestre, lo que, si bien supone el cuarto trimestre consecutivo de crecimiento, es una cifra realmente baja, lejos de la prevista por Lakua, y no deja de ser un síntoma de la debilidad de la recuperación. Un crecimiento que, además, no es suficiente para crear empleo, que en el mismo periodo de tiempo cayó un 0,4% en estos tres herrialdes.

El paro es precisamente uno de los principales problemas para la economía vasca, con unos niveles de desempleo inéditos en los últimos veinte años. En este sentido, la situación del paro en Hego Euskal Herria es cada vez más parecida a la del Estado español, al que precisamente el FMI advirtió ayer de que corre el peligro de que exista una «generación perdida» por la falta de trabajo entre la gente joven. Que en este país no haya generaciones «perdidas» depende de que se adopten las medidas correctas para hacer frente a la crisis. Unas medidas que, a la vista de estos datos, deben ser muy diferentes de las adoptadas hasta el momento.